Caray, como dicen que dijo el cura: “Está cabrón”. Pues tiene razón el representante de Dios en la Tierra, pues lea bien, en tanto que a los pequeños comerciantes, caseros, trabajador o pequeño empresario se les cobran sendos impuestos fiscales por el trabajo que realizan para poder subsistir a los ex presidentes de la República e importantes servidores públicos del primero y segundo nivel en importancia se les condona el pago de impuestos, desvalijando las finanzas públicas en provecho de ellos mismos y de sus familias, por lo que en breve iniciarán una investigación a fin de que esto termine, pues como dicen que ante la ley todos somos iguales pues no es así, ya que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público deja de percibir sumas millonarias de dinero a causa de lo anterior, por lo que aplaudimos al actual gobierno federal por esta acción, toda vez que el sostenimiento de la República queda en manos de la “gente de abajo” y no de los de arriba… en fin, diremos como decían los viejos de antes: o todos coludos o todos rabones.
Ah caramba, las personas de antes decían que la vida del ser humano era nacer, crecer y morir, pero una breve reflexión me hace ver que en realidad son cuatro, o sea engendrar, nacer, crecer y morir o ¿no es así?… digo.
Carajos, ¿qué pasa en Tamaulipas? y digo esto porque será el sereno y todo lo que usted quiera pero no se observa la obra pública como en años anteriores, pues ésta no se le ve por ningún lado y cuando mucho son obras que no trascienden, salvo una que otra pequeña repavimentación, y digo esto porque cuando hay obra pública hay movimiento y hay dinero, la gente sale pero hoy día prefiere quedarse en casa, por lo tanto se necesita crear un proyecto de industrialización, comercialización y difusión de lo que produce o revende para que le regrese a los pueblos su confianza en el futuro y su antiguo esplendor económico, razón por la cual se necesita que el dinero se distribuya en el país y no que se lo lleven al exterior, donde es guardado en instituciones bancarias o invertido en acciones transnacionales que nada ayudan al crecimiento y progreso de México.
Lo anterior me recuerda que hace algunos años España atravesaba por una situación parecida y para regresarle su antiguo esplendor económico el gobierno de ese entonces prohibió que la moneda española saliera del país, hasta que este restableciera su antiguo poder económico; consecuentemente no solo pienso sino que también creo que el Gobierno de la República debe pensar en hacer algo parecido y prohibir la salida del peso mexicano hacia el extranjero, salvo en aquellos casos de transición comercial e industrial.
Pero también en los pueblos chicos del país se reflejaba esta misma reflexión, pues el dinero mexicano se quedaba dentro de estos para reinvertirse y solo cuando mucho un treinta por ciento se guardaba en los bancos de Ciudad Victoria para cuando más hiciera falta, razón por la cual los pueblos como Llera se desenvolvían dentro de una sana economía que mucho ayudaba a su desarrollo y crecimiento económico, es más: los pueblos como el nuestro contaban con casas ahorradoras que servían para darle vuelta al capital, hoy es todo lo contrario.
Los colchones como algunos pequeños pozos o norias servían como “cajeros”, incluyendo algunos agujeros hechos a propósito en las paredes de la casa, de donde era extraído solo para gastos muy necesarios, pero llegaron las instituciones bancarias y todas estas buenas costumbres comenzaron a desaparecer, pues orgullosamente se decía que la modernización había llegado a Llera.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.