Las pandillas de contrabando en México han podido romper secciones nuevas del muro fronterizo del presidente Donald Trump en los últimos meses, según un nuevo informe de The Washington Post.
Citando a agentes y funcionarios estadounidenses con conocimiento del daño, el Post informó que los contrabandistas han estado utilizando sierras para cortar las partes de acero y concreto del muro, creando aberturas lo suficientemente anchas para que personas y drogas pasen de contrabando.
Los agentes le dijeron al Post que las sierras pueden cortar los bolardos en cuestión de minutos. Los ingenieros le dijeron al periódico que debido a la altura de los bolardos, que tienen entre 5 y 9 metros de altura, es más fácil empujar el acero para pasar al otro lado.
Trump dijo que no había escuchado informes sobre cortas en el muro fronterizo, pero agregó que “uno puede atravesar cualquier cosa”.
“Tenemos un muro muy poderoso, pero no importa cuán poderoso sea, puedes atravesar cualquier cosa, para ser justos”, dijo el presidente a periodistas en la Casa Blanca.
“Pero tenemos mucha gente vigilando”, continuó. “Cortar es una cosa, pero se arregla fácilmente. Una de las razones por las que lo hicimos de la manera en que lo hicimos, es muy fácil de arreglar. Vuelves a poner el trozo. Pero tenemos un muro muy poderoso. Pero puedes atravesar cualquier muro”.
Matthew Leas, portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza, dijo a CNN: “Cualquier caracterización de que el muro no está funcionando es ridícula. El muro está funcionando”.
Cuando se detecta una violación en el muro, se envía un equipo de soldadura para arreglar la apertura, informó el periódico.
Los contrabandistas también intentan ocultar las brechas en el muro, devolviendo el corte en el bolardo a su posición original o usando una masilla que hace parecer que el agujero ha sido arreglado, para que puedan seguir usando esa abertura, según el Post.
Pero los agentes le dijeron al periódico que a pesar de arreglar y soldar los bolardos dañados, los contrabandistas aún regresan al mismo lugar porque el metal y el concreto en los núcleos de los bolardos ya se han debilitado.
El Post informó que parte del daño se produjo en partes donde aún no se han instalado sensores electrónicos que detectan las vibraciones del aserrado.
Los contrabandistas también despliegan escaleras improvisadas para subir y superar las barreras en el área de San Diego, y luego usan ganchos para colgar escaleras de cuerda en el otro lado, según el Post.
Un alto funcionario de la administración le dijo al Post que el número de infracciones asciende a “algunas instancias”, pero que la nueva cerca había “aumentado significativamente la seguridad y la disuasión” a lo largo de las secciones de la frontera de San Diego y El Centro.
La promesa de la campaña de Trump fue construir el muro en Estados Unidos y México y hacer que México lo pague. En una visita a un sitio en San Diego en septiembre, Trump promocionó el muro, diciendo que es “prácticamente impenetrable“.
Hasta ahora, los contribuyentes estadounidenses han estado pagando la factura por los esfuerzos para construir nuevas barreras físicas en la frontera sur.
Kate Sullivan de CNN contribuyó a este reporte.