AMMMÁN.-Tres turistas mexicanos, dos mujeres y un hombre, y una visitante suiza han sido acuchillados este miércoles en los accesos a las ruinas romanas de Gerasa (40 kilómetros al norte de Ammán), uno de los principales hitos en los circuitos para viajeros en Jordania. La prensa local informó de que la policía ha detenido al agresor, que también causó heridas a un guía, un conductor y dos guardas de seguridad jordanos en el recinto arqueológico.
Los heridos han sido atendidos de lesiones de distinta consideración. Dos de ellos, una ciudadana mexicana y el guía turístico local, fueron evacuados en helicóptero a un hospital de Amán ante la gravedad de su estado. El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha dicho que los heridos se encuentran estables y ha asegurado desconocer todavía el motivo detrás del ataque.
Grabaciones de vídeo del ataque muestran a una mujer que pide ayuda en español. “¡Es un puñal, un puñal, una navaja!”, grita la turista mientras señala a un hombre sentado con una gran mancha de sangre en el pecho. “¡Por favor, ayuda aquí a él!”. En otra escena, en medio de un caos de salpicaduras sangrientas, una mujer yace tendida bocabajo en el suelo mientras otra persona tapona una gran herida en la espalda. A su alrededor, grupos de jordanos reclaman ayuda urgente y anuncian la rápida llegada de ambulancias.
El motivo detrás del ataque
Grabaciones de vídeo del ataque muestran a una mujer que pide ayuda en español. “¡Es un puñal, un puñal, una navaja!”, grita la turista mientras señala a un hombre sentado con una gran mancha de sangre en el pecho. “¡Por favor, ayuda aquí a él!”. En otra escena, en medio de un caos de salpicaduras sangrientas, una mujer yace tendida bocabajo en el suelo mientras otra persona tapona una gran herida en la espalda. A su alrededor, grupos de jordanos reclaman ayuda urgente y anuncian la rápida llegada de ambulancias.
La policía jordana asegura que el agresor –un hombre de unos veinte años vestido de negro, con barba y de tez morena– estaba siendo buscado por las autoridades e iba a ser detenido cuando esgrimió un cuchillo y comenzó a apuñalar a los turistas. Los guardas y el personal turístico jordano resultaron heridos cuando intentaron reducirle. Las autoridades no han precisado cuál pudo ser el móvil del ataque. Pese al patente despliegue de seguridad y al reconocimiento internacional de sus servicios de inteligencia, Jordania no ha quedado a salvo de la amenaza del terror global.
En 2005, varios atentados suicidas encadenados contra tres hoteles de la capital se cobraron 60 muertos y 115 heridos. En 2016, un grupo armado mató a una turista canadiense, a dos civiles jordanos y a siete policías en varios ataques perpetrados en torno al castillo de Karak, una fortaleza templaria del siglo XII situada 120 kilómetros al sur de Ammán, donde la policía abatió a cuatro atacantes. El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés). Unos 2.000 jordanos se alistaron en los grupos de la filial de Al Qaeda en Siria y otros 800 combatieron en las filas del ISIS. Muchos de ellos han regresado a su país tras el acoso y derrota de los yihadistas.




