PUEBLO VIEJO.- Pese al avance de una cultura de inclusión para las personas que enfrentan una discapacidad, los servicios de transporte público en el municipio han dejado mucho que desear al ser insensibles y negar el servicio a este sector de la población.
Respecto a este tema, Alejandra Juárez Andrade, titular de la Unidad Básica de Rehabilitación del Sistema DIF Municipal, destacó que por fortuna cuentan con una ambulancia que a diario cubre una ruta de recorridos para trasladar diariamente de 8 a 10 personas.
Sin embargo, ha conocido muchos casos de personas que viven en sitios retirados y que dependen de andadores, bastones o sillas de ruedas que se ven obligadas a requerir del transporte público y por desgracia, los taxistas o choferes de ruta, les niegan el servicio lo cual es muy lamentable.
Argumentan que les van a ensuciar la unidad, que les quitan mucho tiempo, que les incomoda subir la sillas de ruedas y otras posturas.
Hizo un exhorto a estos servidores públicos a que desarrollen una cultura de inclusión, “la inclusión es el tema de hoy en todos los medios, se debe apoyar a este sector no incurrir en discriminación y afectarlos, se debe tener empatía y ponerse en los zapatos de estas personas para entenderlos”.
La médico fisioterapeuta, destacó que ella es la encargada directa de integrar los servicios de traslados en la ambulancia, por lo cual exhortó a pacientes que deseen acudir a la UBR, a que se contacten con ella e integrarlos en una de las rutas para que puedan acudir a sus terapias, agendarlos y trasladarlos.
“Se hace un esfuerzo para apoyarlos y el transporte público puede ser parte de este proyecto”.