Con el 2019 a punto de terminar, los partidos políticos ya estarán definiendo la ruta que seguirán el próximo año. Seguramente ya tienen contemplado, que a más tardar durante la segunda mitad del 2020 empezará la búsqueda de candidatos para un proceso electoral inédito.
Necesitarán muchos perfiles aptos para calarse en las urnas, porque por primera vez en Tamaulipas, se elegirán el mismo tiempo a los 43 alcaldes, además de las diputaciones locales y federales.
El principal obstáculo al que se enfrentarán es el pleito interno que protagonizan algunos de ellos. El ejemplo más vivo es el de Morena donde a nivel nacional han sido incapaces de definir siquiera el método por el que renovarán a su dirigencia nacional.
Y en Tamaulipas para no ir tan lejos, no hay quién cohesione a los diferentes liderazgos (por así decirlo) que representan a corrientes ideológicas y políticas radicalmente opuestas entre sí.
En ese desbarajuste, la pregunta obvia es ¿quién va a decidir las candidaturas? En la pasada elección a muchos ilustres desconocidos les alcanzó con el membrete y el arrastre del candidato presidencial. Pero para el 2021 la situación será otra. ¿Lo sabrán los morenistas?
Hablando de ese partido, en Matamoros, el alcalde Mario López rompió lanzas contra Guillermo Lash, el actual titular de la Junta de Aguas y Drenaje. Al edil fronterizo le urge hacerse del control de la operadora, pero no la tiene fácil, pues según los enterados, por el momento ahí manda la familia Almanza.
A “La Borrega”, no le sería suficiente ni siquiera el interés que ha mostrado en el tema uno de sus más antiguos patrocinadores: Baltazar Hinojosa.
En otros temas, las redes sociales dieron cuenta de una serie de situaciones que alertarían sobre el incremento de la violencia en la región costera y norte del estado: en la carretera Victoria-Matamoros se reportaron asaltos a automovilistas y en la región de San Fernando, una ola de enfrentamientos.