Las redes sociales hicieron pedazos a Tino Sáenz, diputado local del PRI, quien ayer propuso un impuesto para Tamaulipas a razón de 2 pesos diarios por la recolección de basura, aumentó al predial y al agua potable, propuesta que pasó en la comisiones, pero que ayer fue frenada ‘hasta nuevo aviso’ tras la escandalera que armó en twitter y Facebook.
Así es mis queridos boes, el tema tiene varias aristas, desde la visión populista en la que podemos montarnos como defensores de los ciudadanos y reclamar un daño al bolsillo de cientos de miles, hasta la reflexión más profunda que creo implicaría el adelgazamiento de los aparatos municipales, que dicho sea de paso lo abultan quienes cobran sin hacer nada, o casi nada.
También habría que decir, por aquello de que ayer los simpatizantes de la 4T eran los más apasionados en las redes fustigando a diputados y alcaldes del PRI y PAN, que gran parte de la medida propuesta por Tino Sáenz y la evidente carencia de recursos de los municipios obedece a los recortes que ha hecho su presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y no solo me refiero al presupuesto del 2020 que viene en ceros en varios rubros, porque en el moribundo 2019 no hubo municipio que se salvara de tijeretazos en el presupuesto por parte de la Federación, que simplemente no mandó.
Chequen el archivo histórico de los periódicos de este año y verán muchas portadas: “Mocha la 4T tantos millones a Tampico”, pero igual fue a Madero, a Victoria, a Nuevo Laredo y en general a todos.
Lo que se viene para el 2020 es más terrible para las alcaldías, porque no tendrán casi nada para poder hacer frente a los compromisos que este 2019 en muchos casos no pudieron cumplir por la falta de dinero. En pocas palabras si este año hubo poco, el que viene casi no habrá.
Viéndolo desde ese ángulo, la propuesta de Tino Sáenz y el aval de panistas y priistas, si bien no es popular, si podría resolver algunas de las obligaciones de los ayuntamientos.
Digo algunos, porque no se trata de que con el cobro de la recolección de basura los las arcas municipales se van a desbordar de billetes, porque por ejemplo, dos pesos diarios en el caso de Victoria donde hay unos 115 mil domicilios, la recaudación anual, si todos pagáramos apenas superaría los 80 millones de pesos.
Pero Reynosa, dirían los que todo ven por encimita, tiene cuatro veces o más el Tamaño de Victoria se va a hinchar de millones, pues les diría que en esa misma proporción son los gastos de una ciudad enorme.
Aclaro, antes de que me zumben los oídos por las mentadas, no estoy defendido la propuesta, ni se me sale el dinero de la bolsa como para pagar todos los aumentos que proponen, solo trato de ver todos los ángulos del asunto.
Por eso además señalo que todos los ayuntamientos tienen aún forma de apretar más el cinturón con el fin de reducir gastos.
Por ejemplo en Victoria hace un mes nos sorprendieron con que se dieron un bono todos los integrantes del Cabildo por 30 mil pesos adicionales que por productividad.
Gastos de representación, renta de inmuebles, millones en parafernalia para eventos, porque hay que pagar pantallas, sonidos espectaculares, escenarios.
Repito, estos gastos se hacen lo mismo en Victoria que en cualquier otro municipio, porque a los señores alcaldes les gusta verse como ‘rockstars’.
Ahí hay una enorme área de oportunidad, claro que tendrían que decirle no a alguno de sus compadres, amigos y hasta familiares.
Pero si queremos ir más al fondo de los gastos innecesarios de los municipios, bien valdría la pena analizar la posibilidad de una reforma constitucional que adelgace por ley esos elefantes blancos que andan lento y torpe.
En verdad ¿de qué sirven los regidores y hasta los síndicos?, repito de todo el Estado. Generalmente no sirven para nada, al contrario la mayoría de las veces estorban.
Ejemplo: en Tampico el propio alcalde Jesús Nader les llamó flojos, de oficina, les reclamó su falta de contacto con el pueblo. Y ahí en el puerto, no es un secreto que cada regidorcillo o regidora tengan hasta 20 recomendados en la estructura municipal.
En Victoria otro ejemplo, ¿para que sirven los regidores si la mayoría ni siquiera conocen la reglamentación, como cuando votaron por el presupuesto, estaba aprobado y por ‘torpes’ por no decir la palabra correcta, creyeron que necesitaban tres cuartas partes, encabezados por el propio secretario del Ayuntamiento José Luis Liceaga?, o ¿qué aporta el síndico Luis Torre que prefiere irse a San Miguel que atender sus obligaciones con la capital?
Estoy seguro que las alcaldías funcionarían mejor sin los cabildos, nos ahorraríamos millones de pesos que bien pudieran servir para no tener que cobrar la recolección de basura.
No estaría demás, también analizar la figura del administrador de la ciudad o city manager, que no tiene nada que ver con la política y que funciona en Estados Unidos, donde el personaje no necesita cámaras, porras y toda una comitiva para supervisar, poner en marcha obras y otras actividades que hoy nos salen harto caras en México.
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