CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Ricardo Chávez Soto jugador victorense, cumplió uno de sus sueños en el 2019: debutar oficialmente en la primera división del fútbol mexicano; el tamaulipeco en su juventud estuvo cerca de dejar el balompié, las cosas no se le daban, pero la perseverancia, trabajo, humildad y calidad, lo mantuvieron en este deporte y hasta ahora, el fútbol le ha sonreído en demasía.
Fueron más de 10 años los que trabajó para vivir ese momento, el cual se cumplió el 20 de julio, fecha inolvidable para él, pues ese día fue titular ante Cruz Azul en la jornada uno del Apertura 2019.
En su momento más complicado cuando militaba en Tigres, quería colgar los tachones, se sentía poco apto para el fútbol, no mejoraba, “un día no me fue nada bien. Mentalmente estaba muy abajo. No sentía que estuviera progresando, a veces ni jugaba, no daba el ancho, estaba muy mal, sentía que estaba de ‘oquis’, recuerdo que llegué a la casa, me metí directo al baño, cerré la puerta y comencé a llorar, tenía impotencia”, confesó.
“Después de llorar en el baño, le hablé a mi papá, ‘sabe que jefe, me voy a regresar, se me hace que esto no es lo mío’, a mi me sorprendió mucho como me respondió, él siempre ha sido muy exigente, pero él lejos de eso, me dijo que estaba bien, que me pusiera a estudiar y que no pasaba nada que regresara a Victoria, pero sí me pidió algo, ‘espérate mañana y tomas la decisión más tranquila’”, señaló.
Ese consejo de su padre, uno de sus mejores aliados de su vida, el ex jugador Ricardo Chávez Medrano, lo tendrá siempre en su memoria, ahí se marcó un antes y un después del ‘Diablito’, “cuando uno es joven realmente no se da cuenta que habrá altas y bajas, yo al día siguiente fui a entrenar, pensaba sería el último entrenamiento, pero me dijeron que iba de titular, le hablé a mi papá y le dije que olvidara lo que había dicho, que me iba a quedar”, recordó.
Desde ese momento, Ricardo maduró, supo que iba a haber momentos complicados, otros no tantos, pero siempre tenía que luchar para salir adelante y lo hizo, “ese tipo de cosas ayudan mucho mentalmente”, dijo.
Ahora, todo eso que ha vivido lo recuerda con gusto más cuando logra sus objetivos, como el de debutar en la primera división con Necaxa tras varios años en el Ascenso Mx.
“Era algo que estuve buscando desde hace tiempo, creo que el camino fue lo más importante para esto, cuando uno cumple una meta o la está por cumplir, sólo le queda disfrutar de todo lo que se vivió para llegar, siempre pensaba, y con mi mente trataba de atraer el estar en primera división, debutar, creo que cuando pasa, piensas todo y disfrutas”, dijo el victorense a Oé!
Siempre fue amante de la pelota
El comienzo de esta historia de éxito de Chávez Soto, tiene más de 20 años, ya que desde los cuatro años, Ricardo comenzó formalmente en la vida del fútbol, incluso desde antes, pues la pelota siempre le corrió en la sangre, ya que su padre era jugador profesional.
“Desde que tengo memoria, mi vida siempre ha sido con una pelota de fútbol, mi casa siempre ha tenido ese ambiente, a los cuatro años y medio mas o menos comencé a entrenar, entré con el equipo de la escuela Surval, ese fue mi primer equipo, después estuve en Estrellitas y Escuela de Fútbol Victoria, siempre recuerdo con mucho cariño esos momentos”, expuso.
A esa edad, no se imaginaba todo lo que iba a pasar, sólo disfrutaba y veía los juegos por televisión, o incluso en vivo, pues acudía regularmente al Estadio Marte R. Gómez para ver al equipo de su ciudad y al cual siempre le tendrá un buen cariño: Correcaminos.
“Conocía el estadio como la palma de mi mano, a veces ya más grande sí me imaginaba con ellos”, pero aún no tenía esa meta de ser profesional; fue hasta que llegó al ‘Corre’ de Tercera División como menor, a los 13 años, cuando todo fue acomodándose.
El camino más largo
Tras varios años en la Tercera División y Segunda División, se fue a Tigres, se mantuvo algunas temporadas, para después regresar a Tamaulipas, así comenzaría formalmente su camino en el fútbol profesional, en el Ascenso Mx, el camino más largo.
Después de todo sí regresó a Victoria, pero lo hizo con la frente en alto y no como jugador retirado, lo hizo aún como activo y que mejor que ser el refuerzo del equipo que lo vio crecer como futbolista, decisión que no fue nada fácil para él, ya que tenía un pequeño detalle.
“La decisión de irme allá fue complicada para mí por mi papá, él era alguien de la directiva, la gente iba a pensar que estaba por él, se iban a hablar muchas cosas y estaba consiente que si no mostraba, iba a seguirse hablando de eso, quería estar al nivel de reforzar al equipo y de no ser un ‘acomodado’”, comentó.
Afortunadamente para el ‘Diablito’, todo fue muy bueno, se hizo de los más regulares en un equipo donde no se dieron buenos resultados en conjunto, “gracias a Dios me tocó hacer las cosas bien”. Disputó en dos torneos, 30 encuentros, la mayoría como titular.
Eso le abrió las puertas de Cimarrones de Sonora, proyecto que lo convenció, “querían resaltar el nivel de nosotros los mexicanos, me pareció un buen proyecto y decidí estar con ellos”.
Con los de Sonora, también fue muy participativo 30 juegos en liga por los dos semestres que se mantuvo, eso le abrió las puertas a Bravos de Juárez, equipo que puso todo en la mesa por llevárselo.
La primera por fin se le dio
Tras varios años de ser regular en el Ascenso Mx, le llegó la oportunidad a Chávez, quien antes ya había tenido opciones de ir a equipos del máximo circuito pero no se daba, “sí hubo propuestas, por una cosa u otra no se daban, yo lo único que hacía era trabajar, sabía que iba a llegar pronto”, expresó.
Fue al finalizar el torneo de Clausura 2019 cuando todo se acomodó, y ahora sí, la primera división no se le negó; con Bravos de Juárez, su último equipo en la liga de plata, ya no estuvo, pero Guillermo Vázquez se había interesado en él y no dudó en contratarlo para ser parte de los Rayos del Necaxa.
Muchos pensaban que iba a jugar poco incluso que no lo haría más que en Copa Mx, pero en silencio y con dedicación se ha conseguido ganar la confianza de todos sus compañeros y el cuerpo técnico; hizo su debut en la Súpercopa Mx ante Cruz Azul.
“Realmente fue un experiencia de las mejores que he vivido, ir trajeados a la ceremonia con el escudo del Necaxa, compartir vestidor y cancha con gente de experiencia en el fútbol mexicano, fue algo realmente increíble”, declaró.
Coincidentemente, fue también ante Cruz Azul su debut en la Liga MX, “Fue algo muy bonito. Hubo nervios y todo, pero lo disfruté, me sentí con mucha seguridad, mi esposa, mis hijos, mi familia estuvieron aquí conmigo y los vi después del partido, los abracé, todos se sintieron parte de este logro que se reflejó conmigo jugando en Liga Mx pero hay mucha gente detrás”, manifestó.
‘Vivo un sueño’
Después de lo que ha pasado, tanto bueno y malo, Ricardo no se arrepiente de nada, ya que todo le ha servido para vivir un sueño, ese sueño llamado Primera División, pero también fuera del fútbol, tiene un gran momento personalmente, en compañía de su familia.
“Tú piensas en todo y te das cuenta que lo que pasó fue por algo, fueron enseñanzas, vivo un sueño, vivo algo que siempre había querido, en lo personal también con mi esposa y dos hijos, estoy muy feliz, todo se trata de eso, de decidir bien”, puntualizó.
Por ahora, Diablito ha jugado todos los encuentros de titular en contra de todo pronóstico, pero para él, “no me ha sorprendido, lo he manejado como que las cosas están fluyendo, he dejado todo en manos de Dios, he dejado de preocuparme más por todo, cuando uno trabaja bien, conforme haces lo que debes hacer, todo va saliendo, no todo ha sido color de rosa, he tenido resbalones, pero mientras trabajes, es ahí cuando tarde o temprano los resultados llegarán”, detalló.
A pesar de eso, el victorense no se considera un titular indiscutible ni consolidado, “son palabras fuertes, vamos paso a paso, me falta mucho para ser consolidado, hay que trabajar más, aporto al equipo, hubo lesiones y se abrió la posibilidad, me tocó como se dice la suerte, pero más que eso es que las cosas han fluido y así he podido jugar de titular, estoy muy contento por los juegos, por trabajar como lo hago, de tener de la confianza en mi, en mis compañeros y cuerpo técnico, gracias a Dios están saliendo las cosas, pero me falta mucho”, dijo.
Sueña con Europa
Chávez no se pone un tope y a pesar de que sabe, es sonar muy aventurado, aún piensa en ser un jugador de elite, crecer aún más y demostrar su calidad en el Viejo Continente y Selección Mexicana.
“Me van a decir que ‘este loco que tiene’, pero mi meta es estar en Europa, aspiro a eso, sino aspirar a algo así, no sé para que estás en esto. Toca seguir trabajando de la misma manera, seguir siendo una pieza que pueda usar el equipo y de ahí, pues mis metas siguen siendo ser un referente en primera división, después ir al viejo continente, crecer allá y por qué no, llamado a selección, son mis metas, sé que significa mucho trabajo, tener un equilibrio, hay que seguir por el mismo hilo, el que me ha llevado hasta aquí”, señaló.
Por último agradeció a todos los profesores que ha tenido desde chico asimismo a su familia, papás, hermanos, esposa e hijos, “toda la gente que me ha apoyado en toda mi carrera, porque han sido momentos difíciles que he pasado, no todo ha sido bueno y siempre han estado ellos”, finalizó.