“Políticas y políticos, empresarias y empresarios, se pusieron moños morados y salieron a redes a emitir expresiones de preocupación por las altas tasas de feminicidio”
Muy bonitas, muy femeninas todas las portadas de los medios en estos días de abundantes jacarandas moradas y lucha de las mujeres; algunos medios electrónicos aprovecharon el “día sin mujeres” para prometer a sus audiencias que sin ellas, “sin nosotras”, no son nada. Que los noticieros no funcionan sin editoras, periodistas, reporteras, diseñadoras, contadoras y vendedoras, del mismo modo desde las oficinas públicas y empresariales se aventaron mensajes de apoyo, “estamos del lado de las mujeres”. Abundó la tinta morada y rosa.
En la pantalla de la televisión nacional, donde comúnmente el entretenimiento se hace con el “atractivo visual” de las mujeres y su vueltecita, esta vez los caballeros salieron compungidos: “las extrañamos” “veremos cómo nos sale el programa” “sin ellas, nada es igual” decían, con más frases de compasión para las ausentes.
Políticas y políticos, empresarias y empresarios, se pusieron moños morados y salieron a redes a emitir expresiones de preocupación por las altas tasas de feminicidio, acoso sexual, hostigamiento laboral, violencia doméstica, económica, emocional, en fin se saben todo el catálogo de los males que aquejan a muchas y prometían ayuda.
En toda la nación, todos los sectores productivos y sociales, quisieron calzarse a fuerzas las zapatillas de las feministas, la bota minera de las rebeldes, las sandalias domésticas y hasta el tacón afilado, para emular empatía.
Sacaron de las pantallas, los contenidos por demás sexistas y de la nota roja a las descuartizadas, pero pronto volvieron a su “normalidad”. De nuevo el lema barato de “la que no enseña no vende” y forjar opinión pública desde sus masculinidades.
Algunos medios, “oportunos”, abrieron espacios a más voces femeninas, solo por la efeméride y los movimientos que hicieron vibrar al país, veremos cuanta cancha dejan.
En lo personal, agradezco este espacio que me otorga, desde hace ya varios años, el Grupo Editorial Expreso, donde sin cortapisas y con antelación estamos manejando aquí, comentarios y opiniones con visión de género.
Y desde aquí seguiré colocando en la agenda mediática las problemáticas que preocupan mucho a las mujeres, y que deben involucrarnos, para ocuparnos de las soluciones, a todos como comunidad, porque el feminismo no es moda.