CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El transporte urbano como microbuses y taxis, están en grave crisis debido a que en la última semana cayó la demanda de pasaje hasta un 80 por ciento, luego de las medidas aplicadas por el gobierno de suspender clases, así como labores en oficinas de gobierno y hasta en el comercio local.
“Si el coronavirus, no nos mata; nos va a matar el hambre”, dijo Ramón Hernández Manriquez, líder de la Unión de microbuses verdes y taxistas en Victoria, quien señaló que a pesar que la mayoría de los transportistas siguen trabajando, hay muy poco pasaje.
Los choferes afirman que existen días muy malos que ni siquiera sacan para pagar los gastos de combustible de unidades, ya que no hay demanda de pasaje de la población, ya que muchos sectores no están saliendo a sus trabajos porque los hacen desde sus casas.
“Los estudiantes y trabajadores de gobierno representan el 60 por ciento de la damanda del pasaje en la ciudad, ya que utilizan esos medios para trasladarse a sus centros laborales, pero después de la suspensión la demanda de servicio bajo considerablemente”.
Actualmente existe una caída del 80 por ciento debido a que la gente no quiere salir de su casa y quienes lo hacen es por necesidad, por ello los ingresos que reciben por prestar el servicio son muy bajos, por lo que se opera con pérdidas.
El líder de transportistas sostuvo que por parte de la Sub secretaria de Transporte se les instruyó para que tomen medidas de prevención para usuarios que aun utilizan este tipo de unidades para realizar sus mandados en la ciudad.
“Entre las medidas que tienen que tomar es que exista una distancia de un metro entre un pasajero y otro, de ser posible llevar gel antibacterial en unidades y someterlas a una limpieza diaria al término de cada ruta”.
Dijo que para los agremiados van a continuar prestando el servicio en lo posible, ya que hay gente que lo requiere, principalmente trabajadores de tiendas comerciales que cumplen una tarea fundamental .
Los taxistas también viven una difícil situación, ya que disminuyó la demanda de pasaje, los cuales atienden principalmente en la zona de la central camionera.
“Al bajar el número de pasajeros de autobuses, también bajó la demanda del uso de taxis, quienes resultaron afectados por la suspensión de labores en oficinas de gobierno, ya que muchos burócratas utilizan este medio de transporte para trasladarse a las oficinas o realizar algún trámite”.
