CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-La mañana tranquila y soleada se vio de pronto sacudida
por el chirriar de llantas y un golpe metálico con cristales rotos.
Un automovilista trajeado desciende de su unidad, la cual circulaba por la calle 10 y se enfrenta a un señor de la tercera edad que conducía una camioneta Ranger ya viejona.
– ¡Ya ni chinga! ¿Porque se atravesó? – inquirió el encorbatado
– ¡Ah no! usted se pasó el alto, mire ahí esta el señalamiento… – dijo el ‘don’
Un micro de los naranjas empieza a sonar la bocina y un embotellamiento de la calle 10 se empieza a formar. Algunos transeúntes con todo y tapabocas se detienen a ver el espectáculo así como varias personas que retiraban efectivo en los cajeros del banco que esta en la esquina.
– No pero esta calle es de ‘uno por uno’, y ya me tocaba a mi pasar – volvió a reclamar el hombre bien vestido
– ¿Que es eso del uno por uno? – respondió el anciano quitándose la gorra
– ¡Pues eso! pasa uno y luego el otro ¿De donde es usted?
– Soy de Tula, ¿pero eso que tiene que ver? ¡usted me tiene que pagar los daños!
– Aquí en Victoria usamos el uno por uno, si no sabe conducir ¡no venga a Victoria!
– Pues yo fui chofer de autobuses Oriente muchos años y se muy bien que si ahi dice “ALTO” usted se tiene que detener… es lo que dice el reglamento joven! – gritó el señor de la tercera edad ya enojado mientras su esposa trataba de calmarlo.
La patrulla con los peritos de tránsito llegó en contra ruta por la Hidalgo desde la calle 11 porque ambos accesos ya estaban taponeados.
Al evaluar la situación, el uniformado le dió la razón al abuelo: el conductor que circulaba por la calle 10 omitió el alto correspondiente y provocó el percance. Punto.
Este peculiar hecho, ha pasado en ocasiones anteriores en otros puntos como el 6 Hidalgo y el 9 Olivia Ramírez.
La regla del ‘uno por uno’ viene de muchas décadas atrás, cuando el parque vehicular de la capital tamaulipeca llegaba a unos cuantos cientos de automóviles.
En pleno 2020, el número de unidades motrices que recorren Ciudad Victoria es prácticamente descomunal.
“Se estima que por cada familia puede haber hasta dos o tres vehículos, la cantidad de autos se ha multiplicado enormemente en las últimas tres décadas” opina Hirving Reyna, jefe de peritos de la delegación de tránsito local.
Si bien la regla del ‘uno por uno’ en teoría podría parecer positiva, la verdad es que con la cantidad exagerada de autos que circulan por las arterias de la ciudad puede convertirse en una mala idea, pues fue algo que se creó basado en la cortesía y la buena cultura vial, cosas que actualmente escasean entre la población.
Otra problemática que existe entre automovilistas es cuando uno de ellos omite alto y quien tenía preferencia da el volantazo para evitar chocar y termina estrellándose contra alguna unidad estacionada o la fachada de una vivienda, resulta que quien ignoró el señalamiento queda libre responsabilidad pues a exigencia de los ajustadores
de seguros no se puede comprobar que “hubo contacto” y quien al ser ‘ciscado’ por quien se atravesó y acabó chocando es señalado de haber hecho “una maniobra anticipada”.
Esta situación ha derivado en que muchos conductores terminen ‘pagando el pato’ por tratar de salvar su vida y de paso tener que desembolsar miles y miles de pesos en daños propios y ajenos.
Pero ¿Que es lo que se puede hacer para evitar verse involucrado en un percance como este? A decir del jefe de peritos la solución es muy simple: conducir a la defensiva.
“Conducir a la defensiva no es otra cosa que cumplir con el reglamento de tránsito, no sobrepasar los límites de velocidad (30 km/h) y respetar los señalamientos, usar el cinturón de seguridad y en la medida de lo posible actuar con instinto de supervivencia, es decir no arriesgarse innecesariamente, no tratar de ganarle a la luz amarilla, no manejar alcoholizado, etc” comenta el oficial.
Es muy probable que el regreso a la ‘normalidad’ y el reinicio de la venta de cervezas influyan en un aumento en el número de percances viales. Si anda de pata de perro…conduzca con cuidado.