Reza una conseja popular que
el poder no se comparte, se
ejerce. Pero en manos de
mesiánicos, los dogmas tarde que
temprano van cayendo por su propio
peso.
Y así ocurre en Movimiento
Regeneración Nacional (MORENA),
donde a pesar del arresto
lópezobradorista para conciliar entre
los grupos de interés partidistas estos
no entienden ni atienden su llamado
a unificarse, en aras de conservar la
mayoría en el Palacio Legislativo de
San Lázaro.
El año próximo habrá elecciones
para renovar la Cámara de
Diputados (federal), 15 gubernaturas,
congresos locales y alcaldías, pero
el proceso más disputado será el de
representantes de la Cámara baja del
Congreso de la Unión.
Como jefe máximo del membrete
guinda –aunque todavía se niega a
reconocerlo–, el tabasqueño no ha
logrado, aún, meter orden, dejando
al tiempo la solución de los conflictos
generados por la misma ambición
de poder que asoman los dos grupos
más cercanos a él, bajo la argucia de
respetar la democracia hasta en su
propio feudo.
Pero advierto que en realidad
los deja hacer cuanto les dé la gana,
por simple y llanamente observar
de qué pie cojea cada uno, antes de
aplicarle a los amanuenses de la ex
mafia del poder un correctivo, que
haría cimbrar al partido creado por él
mismo.
Y, también, elucubro, antes de ser
instalado el proceso electoral, daría
una sacudida al árbol partidista para
retirar las hojas y ramas dañinas.
Sobre todo aquellas que por la
libre operan en contra de su proyecto.
ENJUICIAMIENTO
El proceso interpartidista que
Alfonso Ramírez Cuéllar promueve
en contra de Yeidckol Polevnsky
Gurwitz, ante la Comisión Nacional
de Honestidad y Justicia Partidaria de
MORENA, por supuesta malversación
de recursos, exhibe claramente las
diferencias entre el presidente de la
Junta de Coordinación Política de la
Cámara baja, Mario Delgado Carrillo
–‘soldado’ de Yeidckol–, y el senador
Ricardo Monreal Ávila, aunque el
acusador del ‘desvío’ diga que lo ha
hecho a título personal y no a petición
del zacatecano.
Como fuere, esa reyerta tiende a
crecer porque el senador no es un
político que se doble fácilmente.
Incluso ya organiza un frente nacional
para exigir que Citlalli Ibáñez
Camacho (es el nombre original de la
dama) sea sancionada lo más pronto
posible, pues de otra forma lograría su
intención es apoderarse del partido ya
que, según dice, forma parte de ‘una
camarilla de tufo salinista, autoritaria
e impositiva’.
Probar el dicho, sería
prácticamente imposible, al menos
que él tuviera en sus manos los pelos
de la burra.
No obstante en sus argumentos de
defensa, la ex dirigente cuenta con
buena parte de la nueva militancia; e
incluso con el respaldo de su otrora
amiga Bertha Elena Luján Uranga,
quien apoyándola sale ganando en
esta justa renovadora.
Y en eso ampara su defensa
interpartidista.
Por otra parte, el senador Monreal
acaba de recibir un duro golpe, tras
la decisión de la Comisión Nacional
de Honestidad y Justicia Partidaria de
retirarle los derechos a su suplente,
Alejandro Rojas Díaz Durán, durante
seis meses (a partir del pasado día 20
de junio), por actos anticipados de
campaña.
Sin embargo, hay que considerar
que ése enfrentamiento obedece a
la intención de Alejandro de querer
dirigir a MORENA.
Sólo eso.
Y es que aún siendo Ramírez
Cuéllar amigo del senador
Monreal tiene más coincidencias e
intereses con Luján Uranga, quien
abiertamente insiste en ser la
dirigente del membrete guinda.
IMPUESTOS
Durante los últimos tres meses,
cuando se propagaron los casos de
coronavirus en todo el país –luego de
manifestarse el primero en el ocaso
de febrero–, la alcaldesa Maki Esther
Ortiz Domínguez ‘presumió’ que el
coronavirus en Reynosa no pegaría
tan fuerte, por ser un tema controlado
a nivel municipal.
Inclusive hace dos semanas
cacareó ‘haber ocupado el segundo
lugar’ en una (supuesta) encuesta para
evaluar la función de 102 presidentes
municipales del país.
Y entre estas actividades, por
supuesto, debió estar implícita la
opinión ciudadana sobre su quehacer
para contender la epidemia.
Según ella, hasta hace días
Reynosa no presentaba ningún
riesgo ‘por las medidas municipales
adoptadas’ por su administración
–emplazamiento a no salir de casa
y sanciones a quien lo hiciera–, así
que loca de contento festejaba ser la
presidente municipal más destacada
de Tamaulipas.
Pero como dice el dicho, y dice
bien, ‘del plato a la boca, se cae la
sopa’.
Y así se le cayó el teatrito a Maki,
pues, precisamente porque nadie
le hizo caso a sus recomendaciones
baladíes ni ella entendió ni atendió
como se debe el problema, hoy ocupa
el primer lugar que tanto buscó.
Sí, pero en cuanto a infecciones de
coronavirus.
Según estadísticas de la Secretaría
de Salud estatal, Reynosa suma la
cifra más alta de casos positivos
y decesos, convirtiéndose en el
epicentro de contagios a nivel estatal.
Muy por encima de otros
municipios fronterizos, como Nuevo
Laredo y Matamoros, donde hay tanto
movimiento como en Reynosa.
Esto obliga a Maki a por lo menos
durante la contingencia no mentir
ya más –con el rollo de evitar la
propagación del Covid-19 para
promocionar a su hijo (Carlitos Víctor
Peña Ortiz) como sucesor suyo–,
y dedicarle tiempo a concretar
las acciones recomendadas por el
Gobierno estatal para evitar mayores
contagios.
De no atender las
recomendaciones, ella como médico
que es, bien lo sabe, sería coresponsable de muchas más muertes
y contagiados.
Y, hasta eso, sin que le importe el
juramento ante Hipócrates.
Correo: jusam_gg@hotmail.com