Las acciones que ha venido realizando el gobierno federal con el objetivo de centralizar el poder en la mano de Andrés Manuel López Obrador, ha generado desde hace meses la inquietud de gobernadores y varios dirigentes partiditas que buscan a toda costa frenar la intención de eliminar la autonomía que hasta el anterior sexenio venían manejando las Entidades Federativas.
En su gobierno de izquierda, con visos comunistas, AMLO ha forjado inquietudes entre un importante número de ciudadanos, por eso la aceptación con la que llegó al poder, hoy ha venido menguando.
A estas alturas de su mandato, que no ha recorrido ni el primer tercio, el Presidente de la República enfrenta ya la reprobación ciudadana, porque las encuestas que se realizan a diario o semanales, así lo indica.
Centralizar el poder en tiempos modernos, hemos visto no da resultados, hay que ceder para no terminar por reventar la cuerda y provocar revueltas.
El Príncipe de Maquiavelo, es un texto que a estas alturas, nuestro Príncipe AMLO seguramente no ha leído, disfrutado, desmenuzado, o no sabe ni de la existencia de este librito que es recomendación número uno para cualquier gobernante.
En sus pasajes y análisis de la transformación del Poder entre la edad media y el renacimiento, habla de cómo el Poder se concentraba en un soberano, se unificaban territorios.
El monarca era todo poderoso, utilizaba el autoritarismo y desde luego el poder militar para lograr sus objetivo, “mantener el poder”.
De las líneas del Príncipe se desprende que este es un “zorro” que tiene que moverse ante sus gobernados como un hombre humano, íntegro, religioso, aunque sea solo un disfraz.
Dentro de sus líneas Maquiavelo hace referencia a dos integrantes
de la familia Borgia a Alejandro VI y Cesare Borgia, el primero lo describe como un hombre que buscó dividir para mantener el poder y al segundo, lo describe como un tipo de modelo para consolidar la unidad de un país.
A qué viene ese elemental análisis del Príncipe, dirá usted…
Bueno pues, tal parece que nuestro Príncipe AMLO, anda en la época medieval, porque a todo aquel mandatario que le hace frente por las acciones que viene emprendiendo, busca desaparecerlos, disminuirlos.
En el caso de Tamaulipas, tal parece que las acciones emprendidas por el Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, le viene provocando un terremoto a López, porque desde el centro del país ha instruido la ejecución de auditorías, revisiones a recursos y más auditorías.
La Secretaría de Salud y la de Educación, son las principales áreas con revisiones, dependiendo del trabajo que hagan o hayan hecho Gloria Molina Gamboa y Mario Gómez Monroy, se podrá dar portazo
a la intentona federal de atacar al gobierno de Tamaulipas en el tema de los dineros públicos.
Otro de los ataques que ha sufrido el mandatario tamaulipeco tiene que ver con la instrucción girada para evitar la contratación de un crédito para hacer frente a la pandemia que hoy enfrenta el Estado, y en donde hasta la fecha no hay un solo peso federal para combatirla.
Lo que más le mueve el piso al presidente de México, es la posición que García Cabeza de Vaca ha logrado no solo en Tamaulipas, sino en gran parte del país, ya que fue el primero en orquestar un bloque de gobernadores para luchar por sus derechos, libertades, soberanía o independencia.
Desde el centro se han dado cuenta que el gobernador local tiene cancha para crecer, de ahí, insisto la necedad del Presidente por disminuir a quien manda en Tamaulipas.
Porque el frente o alianza federalista orquestado por el gobernador tamaulipeco le vine quitando el sueño a la 4T.
García Cabeza de Vaca, en pocos meses pudo conjuntar con Tamaulipas, a los gobernadores de Nuevo León, Coahuila, Jalisco, Durando, Guanajuato, Michoacán, Colima, Querétaro, Chihuahua, Aguascalientes y San Luis Potosí,
Primero era un grupo de tres, y ahora son 12 los estados haciendo frente al centralismo, y lo que es más importante los mandatarios son de todos los colores hasta el independiente de nuestro vecino neolonés.
Como bien lo dice Maquiavelo en el libro que citamos al inicio, cuando un Príncipe Gobernante como AMLO se ve amenazado, busca avasallar para ganar.
AMLO no debe olvidar que victimizar al oponente es la peor estrategia que puede utilizar, él fue víctima en sus dos últimas campañas y gano, hoy aunque desde el centro del país se orquestan las estocadas para Tamaulipas, el asunto es que el toro es demasiado bravo, como para permitir los embates.
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