ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Para comerciantes ambulantes, la pandemia del coronavirus, se ha convertido en una auténtica pesadilla, debido a que el cierre de espacios públicos en fraccionamientos los tienen padeciendo por la falta de ventas.
Uno de estos casos, es el de la señora Virginia Pedraza Angeles de 59 años, residente colonia Guadalupe Victoria y comerciante desde hace 25 años, la cual dijo que actualmente desde que inició la pandemia gana apenas una cuarta parte de sus ingresos, que obtenía anteriormente.
La vendedora de elotes preparados, manifestó que el cierre de parques y espacios públicos, como canchas y campos de fútbol, ha sido para ella a un golpe terrible ya que son los sitios donde realizaba sus ventas más fuertes.
» Yo vendo regularmente mis productos en el fraccionamiento los mangos, en donde acudía al parque, al campo de fútbol y otros puntos, ya que hay mucha gente y realizada muy buenas ventas pero ahora apenas consigo lo suficiente para surtir».
Dijo que estos últimos meses han sido muy tristes para ella y su esposo, ya que este último, no ha tenido un trabajo estable y prácticamente dependen de lo poco que ella obtiene con sus ventas, que han bajado hasta en un 80%.
A lo anterior se suma que hace algunos años tuvo una cirugía en su rodilla izquierda, lo cual ya no le permite caminar como antes y por ello era importante que los parques estuvieran abiertos, porque se instalaba en puntos donde los clientes ya la conocían.
Ahora ante la falta de clientes, porque los parques y las canchas están cerradas tiene que realizar más recurridos y el dolor en su rodilla es constante, por lo cual tiene que moderarse al caminar, para no terminar con un problema mayor en su extremidad.
Por ello pide a Dios todos los días que esta pandemia termine, porque la situación para ella y su esposo cada vez es más complicada, refiriendo que éste, se siente frustrado porque está desempleado y ve que ella aún con el problema en su rodilla, tiene que salir a trabajar por los dos.
POR Víctor Montiel / La Razón