Se acabó la bonita costumbre de festejar a la patria en multitudes, terminó también la faena de eventos públicos cívicos que servían más de escaparte político que para fomentar la identidad nacional, hasta las convivencias familiares con pozole y cohetes de por medio han cesado, esta noche será atípica, una celebración un tanto apagada por el virus del Covid y otro tanto porque el horno mexicano ya no está para bollos.
Llegamos a la máxima fiesta de la patria con la propuesta de enjuiciar a cinco ex presidentes, juntos acumulan 30 años de mala gestión pública que es evidente por el atraso en que nos encontramos, que no hicieron otra cosa que fomentar la corrupción y acrecentar las desigualdades sociales, pero eso de que por fin los alcanzara la justicia parece tan solo otra ilusión óptica, va más como un entretenimiento, quizás para levantar el ánimo caído de una nación mancillada una y otra vez por sus políticos, que un día se sintieron héroes, salvadores de la patria.
Otro cuento de la temporada tricolor es la rifa del avión, o de dinero que resulte de la autocompra de boletos para un sorteo atípico, que parece funcionar sólo en la imaginación del presidente, sus colaboradores y pocos de sus seguidores. Un muy mal negocio para todos los mexicanos.
Ni alcanzará para resolver las carencias médicas, ni para seguir manteniendo la mentada aeronave y menos para devolverle al pueblo lo robado. Lo único bueno es que, terminado el sorteo, podremos pasar a otro tema, ojalá que siga otro que en verdad atienda problemáticas reales y no utopías electoreras.
“El presidente ha elegido el lado incorrecto de la historia” escribe Lidia Cacho para El País en un acucioso texto que explica la “okupa” de la CNDH, “llegó sobre los hombros de intelectuales de izquierda y las feministas”.
Sin embargo, hoy solo le interesan las formas y no el fondo “los padres de la patria, pero no las madres de la patria”. Los actos revolucionarios de las mujeres que demandan justicia suben de tono, en un contexto donde están siendo ignoradas por el Estado, sostuvieron reuniones con altos mandos del gabinete, pero no hay conciliación, nada devolverá la paz a quienes viven en carne propia la revictimización de una violación a sus derechos humanos.
Están metiéndose a las sedes de más oficinas públicas y las pintarrajean con el lema: “Al diablo con las instituciones”, una frase que acuñó López Obrador en 2006 cuando se proclamó “presidente legítimo”, pero no las lee, ni las ve, ni las escucha.
La “Antigrita” es otro episodio desesperado de las colectivas feministas, que se mantienen en pie de lucha contra el sistema patriarcal y la administración federal machista, y sube el riesgo de hacerlas caer en provocaciones y propiciar enfrentamientos con más víctimas que lamentar. Se les dice que están en todo su derecho a manifestarse, como si nada más se tratará de sacar el coraje acumulado y no de hacer justicia ante tantos actos impunes de violencia de género.
No puede esta Nación, por más que se intente, desligarse de sus mujeres, no debe la sociedad entera seguir su curso como si nada pasará, la rabia femenina ha estado contenida por muchas generaciones, los mismos héroes que han forjado la patria marcaron la pauta que han seguido presidentes y políticos para dar continuidad a un modelo de país misógino, que ya debería estar en desuso.
Así lo reclaman ellas, así lo demandan el mundo y los tiempos actuales de igualdad sustantiva para los seres humanos.
“El pasado lejano de los héroes que todo lograron con guerras, armas y violencia, que les negaron el voto a las mujeres; héroes que permitieron que sus hermanas o esposas participaran en política, pero a las otras las dejaron fuera”.
Ese pasado que arrastramos es el ideal del presidente, suscribe Lidia Cacho. Hoy no estallarán muchos cohetes tricolores, las chispas incendiarias son de las feministas que como en una olla exprés están contenidas con furia, una bomba de tiempo, que tarde o temprano retumbará en palacio nacional.
“La independencia será feminista o no será” gritan las colectivas y familiares de mujeres víctimas de feminicidios.