CD. VICTORIA.- Han pasado 230 días desde que se detectó el primer caso de Covid-19 en Tamaulipas: un hombre originario de Malasia de 55 años, que trabaja en Altamira, y que contrajo el virus en un viaje por Asia.
La confirmación del primer paciente de esta enfermedad en el estado, era solo cuestión de tiempo; desde hacía varios días se habían detectado contagios en estados vecinos y del otro lado de la frontera.
Expectantes, los medios de comunicación consignaron el hecho dado a conocer por la Secretaría de Salud, que llamaba “a no entrar en pánico y a mantenerse informado solo por fuentes oficiales.”.
De aquel 16 de marzo a la fecha, en la entidad han muerto en el estado más de 2,800 personas a causa del virus que ha contagiado a casi 33 mil personas.
En promedio, ha muerto un tamaulipeco cada dos horas a causa del Covid-19.
Pero hoy, la situación es muy distinta a la de la primavera que nadie olvidará.
Por todos los medios, la Secretaría de Salud llama a la población a tomarse en serio la epidemia, porque lejos de terminar Tamaulipas, igual que otras entidades, está al borde de un rebrote que sería un golpe catastrófico en términos económicos y de salud.
La evolución de la curva epidémica es clara: el descenso sostenido que comenzó desde hace un par de meses, se frenó en los últimos días, y han empezado a registrarse cifras diarias que no se veían desde los meses de agosto y septiembre, cuando el estado alcanzó el pico de contagios.
El comportamiento de la epidemia ha obedecido a los pronósticos que plantearon especialistas de todo el mundo.
Entre el 16 de marzo y el 16 de abril se detectaron en Tamaulipas 128 casos; los 30 días siguientes la cifra se multiplicó para alcanzar 892 contagios. Lo mismo ocurrió entre el 17 de mayo y el 16 de junio, con 2,686 casos.
La epidemia “explotó” entre el 17 de junio y el 16 de julio con 7,822 casos y se elevó aun más entre el 17 de julio y el 16 de agosto con casi 10 mil casos detectados.
Ese fue el punto más álgido, porque en los 30 días siguientes -entre el 17 de agosto y el 16 de septiembre- la cifra bajó a 6,433, y en el mes posterior a 3,302 casos.
Pero la tendencia a la baja se detuvo en las últimos 13 días, porque entre 17 de octubre y el 29 de octubre ya sumaban 1,577 contagios, lo que ha disparado todas las alertas del Sector Salud.
El viernes, la Secretaria de Salud emitió un mensaje en el que advirtió que Tamaulipas se enfrenta a una posibilidad latente de rebrote que causaría serie estragos a la entidad.
Por ello, como lo hizo en los primeros meses de la epidemia, insistió a la población que se quede en casa porque ésta es la única manera de reducir la tendencia ascendente de la curva.
Victoria no aplanó la curva
Como se esperaba, los municipios más grandes de la entidad han sido los más afectados por la enfermedad, pero hay algunos que cumplieron con curvas pronunciadas con ascenso y descenso bien definidos, como Reynosa que durante el verano vivió momentos de mucha gravedad.
A la fecha, esa ciudad fronteriza acumula 4,554 casos positivos y 659 fallecimientos.
Pero hay otras, donde la reducción de casos apenas se ha notado y enfrentan el riesgo de entrar a una segunda ola que dispararía los positivos de manera peligrosa.
Es el caso de Victoria, que desde hace un mes permanece como el municipio con más casos activos, más del doble de los que tiene el segundo lugar que es Tampico.
La capital también alcanzó el pico de la epidemia en el mes de agosto, pero no ha logrado una reducción significativa de los contagios, en buena medida, ha explicado la Secretaría de Salud, debido a que la población ha relajado todas las medidas de protección que se han indicado.
En los últimos diez días, se confirmaron en Victoria 335 casos.
También el sur de Tamaulipas ha padecido una epidemia larga y compleja.
Tampico, Madero y Altamira suman en conjunto más de 11 mil casos acumulados de COvid-19, con el puerto como la segunda ciudad con más casos activos y la tercera con más defunciones: 417. En la zona conurbada han fallecido casi 800 personas, lo que significa cerca del 30% de las defunciones registradas en todo el estado.
Letalidad no perdona a nadie
Los hombres de 55 a 64 años de edad encabezan el porcentaje de muertes por Covid-19 en Tamaulipas. Sin embargo, hay registro de fallecimientos de prácticamente todas las edades, incluso menores de edad.
De acuerdo con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), de abril a octubre en Tamaulipas se contagiaron 633 menores, de los cuales ocho fallecieron a causa del COVID-19.
Con información de la Secretaría de Salud Federal, al corte del 08 de octubre en la entidad, se tiene registro de 567 menores de 17 años positivos de COVID-19, de los cuales 279 son niñas y 288 varones; los sospechosos suman 66, de los cuales 31 son niñas y 35 varones.
De acuerdo con el informe de SIPINNA, de abril a octubre, en el país se contagiaron 22 mil 907 menores, de los cuales 287 han fallecido.
En este periodo, la pandemia ha cobrado la vida en Tamaulipas de 8 menores, tres niñas y cinco varoncitos, tres de ellos en rango de edad de los 0 a los 5 años, uno entre 6 y 11 años y cuatro más entre 12 y 17 años de edad.
Igual que en la estadística nacional, en el estado la mayoría de los fallecidos son hombres: 61.50% contra un 38.50%.
También aquí han jugado un papel importante las comorbilidades o enfermedades previas que padecían las víctimas mortales.
En el caso de Tamaulipas, la presión alta es la que más ha contribuido al fallecimiento de pacientes por Covid-19.
Del total de fallecidos, un 50.29% padecía hipertensión, un 43.88% diabetes, 26.26% algún grado de obesidad y un 8.89% tenía algún mal renal.
POR STAFF