Los llamados de las autoridades a la población para no violar las restricciones sanitarias durante las celebraciones del Día de los Muertos y el Día de Brujas como medida para evitar repuntes del coronavirus no tuvieron eco. Los bailongos, fiestas y reuniones se multiplicaron, hecho que demostró que en el orden de prioridades, para el pueblo primero están las tradiciones que la salud.
La desobediencia, por supuesto, no fue privativa de Tampico, Madero y Altamira, como en el área, en mayor o menor grado sucedió algo similar en la ciudades y pueblos el resto del país. Las aglomeraciones sin cubrebocas ni sana distancia estuvieron a la orden del día. Y no es que seamos pesimistas pero no sería ninguna sorpresa que varias entidades o que la mayoría retrocedieran al semáforo epidémico color rojo.
En previsión de lo que se avecina y aminorar los riesgos, el Gobierno estatal ha prolongado la emergencia sanitaria hasta el 31 de diciembre, los municipios del área metropolitana del sur seguirán en fase dos de la reactivación económica, continuará el doble hoy no circula y la ley seca los fines de semana. Mientras tanto, todo indica que, como ocurrió en los procesos electorales del 2016 y 2019, en los del 2021 los operadores políticos del PRI volverán a hacer causa con el PAN. Algunos por conveniencia, otros para no verse en dificultades con la justicia, ayudarán a Acción Nacional a conservar la supremacía política en los próximos comicios.
En Altamira, los jerarcas de los sectores obrero y campesino ya se alinearon al proyecto albiazul, igual que en Tampico, que ha recibido el apoyo de los gremios cetemistas, empezando por el dirigente estatal, Edmundo García Román, que con el ex invencible en desgracia se conforma con recoger las migajas que se caen de la mesa del panismo, en tanto que en Madero lo han hecho ya los del sector popular. La que no será fácil de acaparar es la militancia. Como a ella no llegan los beneficios de los operadores, unos, los leales, seguirán siendo priistas hasta la muerte, otros, la mayoría, votarán por los candidatos de Morena y otros más, los menos, por los panistas.
Formalmente, parece que las desbalagadas huestes del priismo dirigidas por Edgar Melhem Salinas contenderán sin aliados. Los objetivos, además de sobrevivir, conservar las posiciones de representación proporcional en ayuntamientos y Congreso del Estado y dividir el sufragio para favorecer al PAN.
Ese será el triste papel que le tocará jugar a la ex aplanadora electoral en la contienda política del año que viene, no les queda de otra, el sorpresivo resurgimiento registrado en las elecciones estatales de 18 de octubre en Coahuila e Hidalgo, fue un suceso local que no se repetirá en Tamaulipas. En las filas del partido de Gómez Morín, por otra parte, todo indica que, para evitar pugnas internas como las que aquejan al partido morenista, el alto mando estatal que encabeza Luis René Cantú recurrirá a la designación directa de los candidatos mejor posicionados entre los ciudadanos en los principales municipios y distritos electorales, como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Victoria, Tampico, Madero y Altamira. Ya que hablamos de Acción Nacional, el Foro de Consulta ciudadana celebrado el sábado en ciudad Madero para recoger las inquietudes de la sociedad civil fue presidido por el Enlace del Covid 19 en la urbe petrolera, Carlos Fernández Altamirano, el favorito para lograr la candidatura a la alcaldía. En el dialogo con los maderenses, Fernández Altamirano destacó la función fundamental que tiene la participación comunitaria en los asuntos públicos para lograr un buen gobierno, sin la cual, expresó, eso no sería posible, por esa razón dijo que las ideas ciudadanas serán adoptadas para nutrir la plataforma partidista. Se requiere la ayuda de todos para mejorar la ciudad, apuntó.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ