1 agosto, 2025

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LAS TRAICIONES DE LA MAESTRA

EL KIOSKO / HÉCTOR GARCÉS

Magdalena Peraza llegó a la política de la mano de Álvaro Garza Cantú. Fue su ‘padrino’, su guía, su líder. Como a tantos otros, llegado el momento, lo traicionó.

Candidato del PRI a la alcaldía de Tampico en el año de ‘El Quinazo’, 1989, Álvaro la incorporó a la planilla en calidad de aspirante a regidora.

Juntos, desde el Cabildo, observaron el desmantelamiento del quinismo y el inicio de una nueva etapa política, económica y social en el sur de Tamaulipas.

Tres años después, en 1992, con el fin de preservar la unidad y darle votos al priismo porteño (que comenzaba a dar señales de división y a sufrir con el PAN en las urnas), el entonces alcalde pidió licencia y fue candidato priista a la diputación local por la zona norte de la ciudad de las jaibas. Su suplente: la maestra Magda.

Álvaro nunca quiso ser diputado local. Fue candidato porque Manuel Cavazos Lerma, enviado de Carlos Salinas de Gortari para ser gobernador de Tamaulipas, se lo exigió.

Al poco tiempo de llegar al Congreso del Estado, Álvaro Garza Cantú se despidió y dejó su lugar a Magdalena Peraza Guerra, que cumplía el sueño de ser diputada local.

Gracias a él, a Álvaro, la maestra fue secretaria general del PRI, en una competencia en la que, en alianza con Toño Braza (qepd), derrotaron al ‘Grupo Compacto’ de ‘El Toby’ Sánchez Gochicoa y Fernando Azcárraga López.

Álvaro también patrocinó los dos primeros intentos de Magda por llegar a la alcaldía de Tampico, ambas por el PRI y en procesos de consulta a la base. En las dos, en 1998 y 2001, la maestra perdió de manera estrepitosa al quedar en tercer lugar, ni siquiera rasguñó el segundo sitio.

La primera elección interna la perdió con José Francisco Rábago Castillo. La segunda contienda tricolor fue igual de dolorosa para la profesora al caer frente a Blanca Rosa García Galván. Al final, Pepe Rábago sí llegaría a ser presidente municipal (con la bendición del mega-millonario empresario coca-colero Burton Grossman); y Blanca Rosa perdería la sonrisa y lo que parecía, hasta ese momento, una ascendente carrera política.

Todo ese apoyo que le brindó Álvaro Garza Cantú a Magda Peraza se acabó al disputarse una nominación. Sucedió en 2010: Miguel Manzur y Magda Peraza eran diputados locales priistas. Los dos querían la candidatura tricolor a la presidencia municipal de Tampico.

Miguel era, es, el yerno de Álvaro y, por tanto, tenía su respaldo. Magda, otrora consentida y protegida del ex alcalde, reclamó, pataleó y, finalmente, se marchó al PAN tras escuchar la decisión de Eugenio Hernández Flores, entonces gobernador.

En Acción Nacional fue muy bien recibida por Lucirene Alzaga Madaria, Concepción Fernández de Elizondo y, sobre todo, por Tere Sosa, de quien se hizo amiga. Pasó lo que todos saben: la maestra ganó gracias a la marca azul, bien posicionada en el puerto jaibo.

Tres años después, Tere Sosa fue la candidata del PAN a la alcaldía de Tampico. Creía que iba a contar con el pleno apoyo de Magda, unidas por una amistad que parecía profunda y sólida.

Pero, en la política ‘no hay amistad que valga’: La maestra la traicionó. En un evento realizado con el sector magisterial, Magda le concedió su apoyo a Gustavo Torres Salinas, candidato priista a la presidencia municipal. Era el año 2013, a mitad del sexenio egidista.

De esa manera, con el puñal entre manos, la profesora regresaba al partido que la vio nacer: el PRI. Si bien no volvió a ser militante, todos sabían que volvía porque tenía un interés que, al final de cuentas, alcanzó: ser candidata, una vez más, a la alcaldía.

Así como le levantó el brazo en señal de victoria en ese acto que se llevó a cabo en uno de los salones del Centro de Convenciones, Magda acuchilló a Gustavo Torres una vez que se sentó, por segunda ocasión, en la silla del poder de la presidencia municipal. Lo quería enviar a la cárcel a toda costa, tal como hizo con Oscar Pérez Inguanzo.

A punto estuvo de lograrlo, pero los tiempos políticos dieron un primer giro en 2016 con la llegada de los vientos del cambio a Tamaulipas y, una segunda voltereta, en 2018, con la irrupción de la Cuarta Transformación en el escenario nacional.

En esa elección, la de 2018, cuando intentó su reelección, Magda Peraza quedó atrapada no sólo entre las nuevas hegemonías políticas, sino que cayó a merced de las múltiples traiciones que cometió y acumuló a lo largo de su carrera política. Tarde o temprano, las facturas se pagan.

Desesperada (como EL KIOSKO se los comentaba ayer), ahora la maestra toca con insistencia la puerta de Morena para que le otorgue auxilio y asilo político.

Sabe, bien que lo sabe, que la justicia la alcanzará pronto, muy pronto.

CLAUDIO DE LEIJA SE MUEVE EN ALTAMIRA

Aspirante a la candidatura de Morena a la diputación local por el Distrito 19, que comprende la zona sur de Altamira y el sector norte de Ciudad Madero, Claudio De Leija ya sostiene reuniones privadas para conocer problemáticas y buscar soluciones.

Por ejemplo: el pasado fin de semana dialogó con vecinos de Monte Alto. Ahí existe un problema que angustia a los colonos: la falta de escrituración de los predios. Sin la certificación jurídica de sus propiedades, las familias viven en la incertidumbre. Claudio se comprometió a gestionar.

El morenista también platicó con un grupo de pastores de distintas organizaciones religiosas en un encuentro sostenido en la colonia Nuevo Madero. Ellos también tienen la misma preocupación: los templos a los que acuden se encuentran en terrenos que no están escriturados. Por ello, no acceden a programas gubernamentales o créditos bancarios y eso les impide crecer. El aspirante a diputado local ya anotó cada detalle del asunto.

Ayer, Claudio De Leija estuvo otra vez en Altamira, ahora con maestros de diferentes escuelas que no cuentan con una base en el sistema educativo estatal y que laboran con contratos anuales. Ellos se quejan del retraso en los pagos y de la falta de prestaciones.

Claudio, persona de confianza de Adrián Oseguera, busca construir una propuesta sólida en la ruta hacia la candidatura morenista a la diputación local por el Distrito 19.

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