No hay un examen previo de conocimientos políticos, institucionales y constitucionales para ejercer los oficios de presidente de la república, gobernador, alcalde, senador o diputado. Pero debiera haberlo. La administración de la polis requiere de sensibilidad, conocimiento y experiencia en política y poder.
Los partidos han acudido a figuras públicas del espectáculo para ofertar candidatos que les den votos. En privado, los dirigentes de los partidos buscan sólo porcentajes electorales para mantener
el 3% mínimo que les permita seguir con el registro legal y presupuesto público. Sin embargo, con figuras del espectáculo están mandando un mensaje equivocado: ser gobernados y regidos por ídolos de la imagen.
Cuando menos una veintena de personalidades del espectáculo, todas exitosas, aparecen en candidaturas: tres aspirantes a gobernador, siete a alcaldes y diez a diputados. Las demás candidaturas se han asignado a políticos profesionales, aunque con la certeza de que todos, actores y profesionales, carecen de conocimientos políticos y de Estado para ejercer los cargos, con excepciones que tampoco garantizan eficacia porque se someten a mandos superiores. Los aspirantes a cargos públicos debieran tener en claro cinco escenarios claros que los tendrían que llevar a reflexiones propias para mantener sus objetivos públicos:
1.Cuál es su enfoque sobre el problema central de crimen organizado que ha desplazado al Estado de los órganos de gobierno y que ha asesinado a decenas de diputados, alcaldes y exgobernadores. ¿Están dispuestos a arriesgar la vida para ejercer el cargo?
2.¿Cuál es su experiencia en manejo presupuestal como para asumir lineamientos de ejercicio de gasto bajo el control de la Auditoría Superior?
3.Cuál es su propuesta en tres rubros: crisis económica, crisis de seguridad y crisis de salud, pero en términos cuantificables, precisos y programáticos.
4.¿Estarían dispuestos a renunciar a sus riquezas y a ingresos extra salariales propios y de los cargos públicos para vivir de manera exclusiva del salario, con observación abierta de la ciudadanía?
5.¿Cual sería su propuesta de administración del aparato público que les corresponde para evitar asesorías o funcionarios que gobiernen desde las sombras?
Y a los aspirantes a legisladores habría que agregarles dos preguntas más: ¿conocen el proceso de funcionamiento del sistema político, del desequilibrio de poderes y de formación constitucional de leyes? Y otra: ¿qué paquete legislativo van a promover desde su curul?
La ex Miss Universo Lupita Jones ha declarado (Reforma, 18 de febrero) que no tiene experiencia, “pero tampoco mañas”. Sin embargo, en el oficio público, las dos prácticas se asumen con el cargo. Y al final de cuentas, la parte más importante va implícita: los aspirantes a políticos en cargos públicos carecen de experiencia en la política mexicana donde sobrevive el más fuerte.
POR CARLOS RAMÍREZ