OZULUAMA, VER.- Las afectaciones económicas generadas por la pandemia del coronavirus sigue afectado al comercio vendedores que regularmente se establecían en mercados de diversos municipios del norte de Veracruz ahora salen a buscar clientes a comunidades y ejidos retirados.
Al respecto de este panorama Bonifacio Cervantes Martínez, residente del municipio de Chinampa de Gorostiza he dedicado al comercio en tianguis y mercados rodantes desde hace más de 9 años manifestó en las restricciones sanitarias les han mostrado podría estar darse en esos sitios.
Manifestó que en su caso durante la semana recorría entre 6 y 7 mercados ubicados en municipios como Ozuluama, Naranjos Tamalin Chinampa, Tamiahua, entre otros, pero con la pandemia se empezaron a poner muchas restricciones.
Agregando, ” El caso más complicado para nosotros fue Tamiahua donde de plano nos prohibieron ingresar al municipio y ya desde la entrada había policías y gente de protección civil que no te dejaba pasar esto para evitar el aumento del covid-19.
Refirió que muchos de esos compañeros pensaron que esto iba a ser solamente una pasadita y esperaron sin buscar otras opciones en su caso refirió que comenzó a viajar ejidos de los municipios para establecer puntos de venta y comenzar a buscar otras opciones.
Lo cual no sucedió con muchos de sus compañeros, que buscando recuperar y estar siempre en los puntos de venta seguros, se quedaron sin opciones y cuando trataron de salir los ejidos algunos lugares ya estaban ocupados por otros vendedores.
Dijo por ello que ahora solamente trabaja de sábado a martes para reducir el gasto de gasolina al referir que invierte entre 600 y 700 diarios ya que carga la camioneta con diversa mercancía de abarrotes de abarrotes frutas verduras y otros productos.
Indicó que ha sido de esta forma en cómo ha podido sortear el período de la pandemia agregando que de esta forma también ayuda a los pobladores de estas comunidades para que no acudan a los ciudades o sitios donde hay mayor concentración de gente y pueden exponerse a los contagios.
Por Víctor Montiel/ La Razón