Durante el retorno de su última gira (vuelo Guadalajara-CDMX), López Obrador fue objeto de insultos por parte de algunos de sus adversarios. En concreto, el envío de recuerdos a su progenitora reprobatorios por todos conceptos, pero sobre todo debido a la institución que representa. El hecho fue tomado por el jefe de la nación como “gajes del oficio”, aunque los medios de comunicación conservadores y sus “analistas” lo celebraron como si se tratase de patriótica epopeya cuando no pasa de una grosería que dibuja la moral de quien la emite aunque en este caso, pareciera que se trató de desahogos personales, ni siquiera es motivo de real preocupación cuando se aplican por lo general, a quienes desempeñan cargos públicos de cualquier jerarquía, y en cuanto a los presidentes no habrá quien arroje la primera piedra. Las ofensas a los políticos son normales digo, y el columnista se atreve a afirmar que en todo el mundo y no siempre solo con palabras porque en ocasiones van acompañadas de sustancias extrañas y hasta agresiones de por medio. En cuanto a México ya sabemos que existe un sector cuyas diferencias con la 4T las ha convertido en odio derivado justamente, de la pérdida de los privilegios que durante el neoliberalismo les atrajo beneficios personales o de grupo.
Respecto de los insultos contra AMLO, usted dirá que también hay gentes comunes que sin haber sido beneficiarias del pasado, tampoco lo quieren por diferencias políticas, ideológicas y hasta discriminatorias, y está en lo cierto porque tampoco “es monedita de oro pa’ caer bien a todos”, pero ello no obsta para que conste que AMLO conserva aceptación mayoritaria casi en la misma proporción de siempre. Una de las evidencias de lo anterior, la dio a conocer El Universal este martes, periódico no precisamente aliado de la 4T, sino todo lo contrario. De acuerdo
a la última de sus consultas (# En Portada), el régimen federal y su líder mantienen 64 por ciento de apoyo, lo cual indica que pese a todas las desgracias que padece la república, la tarea administrativa va por el buen camino de la transformación lo que sin duda, ha de reflejarse en las elecciones de junio.
En el inter, otro de los “argumentos” de la reacción ha rodado hacia el despeñadero.
Se trata del presunto distanciamiento de Mr. Biden y AMLO, los que para acallar rumores malsanos, sostuvieron agradable diálogo donde se habló de colaboración en la solución de asuntos de importancia para las naciones que representan, lo que augura buen entendimiento y sobre todo, ratificación de nuestra soberanía que incluye disponer de los recursos naturales como mejor convenga. Nada de imposiciones, ni condiciones relacionadas con los grandes negocios de empresas trasnacionales. Por ejemplo el eléctrico, donde los adversarios de la 4T suponen presiones por parte del gobierno gringo por “violaciones” al tratado comercial. Ya se aclaró que este aspecto fue modificado con el fin de eliminar el sometimiento al capital internacional que proponía el anterior régimen. Bueno es que Biden haya dicho que México “es aliado y que juntos ambos países serán más fuertes”.
El asunto es que estos presidentes en principio ya se entendieron, lo cual es lógico por todos los motivos conocidos. ¡Si se pudo con Trump, “cuantimás” con Biden!, aunque le diré que habremos de cuidarnos, con eso de que Mister Joe estuvo presto a reavivar la guerra en medio oriente encendiendo los ánimos de don Vladimir Putin, en lo que parece el inicio de otro capítulo de la “guerra fría” entre Rusia y EU. Dios nos libre. Por otra parte, se reanuda la polémica acerca de la seguridad personal de AMLO, después de hacerse viral la intromisión de una persona ajena a reporteros, funcionarios y personal participantes en “la mañanera” de este lunes. Para fortuna no se trató de alguien con malsanas intenciones, sino de un joven ex adicto a las drogas que se acercó en busca de ayuda. El Presidente lo atendió turnándolo a donde correspondía. Este incidente se suma a otros similares registrados en diversos eventos a lo largo del país.
Sin que parezca una exageración como sucedía con los anteriores presidentes, lo cierto es que a AMLO debieran cuidarlo un poco más, con la discreción debida desde luego, conocido que es su rechazo a “guaruras” y “guardaespaldas”. Tampoco es un contrasentido a su convicción de que “el pueblo lo cuida”, sin embargo más vale prevenir.
EL NECESARIO ACUERDO
Recién AMLO propuso a los gobernadores
(a) y Jefa de Gobierno de la CDMX, un acuerdo nacional por la democracia, donde, como su nombre lo indica, se trata de respetar la decisión mayoritaria respecto de las próximas elecciones. Sea terminar de una vez por todas con los vicios y costumbres arraigadas en ciertas regiones que al final de cuentas dañan a la sociedad. Al menos es la intención, como parte del proceso de transformación que vive la república.
Hasta ahora al parecer la mayoría de los convocados(as), han firmado dicho documento lo cual es bueno de toda bondad, por lo que se considera que la jornada de junio podría ser ejemplo y modelo, sobre todo en entidades como Tamaulipas donde como sabéis y por motivos harto conocidos, se espera reñida competencia entre MORENA y PAN.
Sobra decir que de los resultados dependerá el futuro de nuestro estado, por ello no extrañan los desencuentros no solo entre los partidos, sino entre aquellos que aun siendo militantes de la misma organización, disputan posiciones y cargos que suponen merecer. El asunto es que si existe pleno respeto al Acuerdo por la Democracia, todos saldremos ganando.
SUCEDE QUE
¿Transcurrido lo que fue, si las autoridades de Salud estatal sostienen el semáforo verde en veinte municipios, será posible el regreso presencial a clases?…Nada más es pregunta.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA