A pesar de los esfuerzos personales de los presidentes estadunidenses de Nixon a Biden para tratar de entender a su vecino geopolítico, en los hechos México no es un asunto de relación personal de los presidentes, sino una prioridad de seguridad nacional. Una frase se coló en la declaración de Biden; “lo que pasa en México repercute en nosotros”.
En este sentido, la principal responsable del mexican desk (escritorio de asuntos mexicanos) del gobierno de EE. UU. no será el embajador o la embajadora en México aún sin conocerse, sino la embajadora en retiro diplomático Roberta Jacobson, quien fue representante en México un año de Obama y año y medio de Trump.
Jacobson continuará el enfoque de seguridad nacional que tuvieron dos encargados de asuntos mexicanos que fijaron el tema México: el analista de la CIA y luego director de asuntos latinoamericanos del Consejo de Seguridad Nacional con Ronald Reagan, Constantine Menges, por recomendación del senador ultraderechista Jesse Helms. Menges acuñó el concepto que sigue vigente en EE. UU.: “México (es el) próximo Irán en nuestras puertas”, una revolución religiosa y populista. Luego estuvo el embajador John Dimitri Negroponte 1989-1993, pero con una carrera sólida en la estrategia clandestina de seguridad nacional de la Casa Blanca; Negroponte consolido el Tratado de comercio Libre como el factor de sumisión de México a la lógica de seguridad nacional estadunidense.
En este contexto se localiza el nombramiento que hizo el presidente Biden de Jacobson como la responsable de la agenda de México en EE. UU.: la embajadora es experta en relaciones diplomáticas, pero sensible a los enfoques de seguridad nacional.
Su habilidad estratégica le ha permitido laborar para republicanos como George Bush Jr. y Donald Trump y demócratas como Barack Obama. Fue, por su enfoque de seguridad subsecretaria adjunta de Estado para Canadá, México y el Tratado en el gobierno de Obama.
Jacobson fue designada embajadora en México por el presidente Obama, pero permaneció año y medio durante el gobierno del republicano Trump, aunque sin capacidad de movimientos porque los asuntos reales de las relaciones diplomáticas pasaron a responsabilidad directa del yerno presidencial Jared Kushner para una diplomacia personal de intereses.
El cargo de Jacobson en la administración actual de Biden revela, al mismo tiempo, la jerarquización estratégica de México en el tablero geopolítico de la Casa Blanca: el tema de la frontera bilateral de más de tres mil kilómetros abarca todo el flanco sur de EE. UU., de la bahía militar de San Diego hasta la punta de la península de Florida que hace frontera estratégica con el caribe aún cubano-soviético. Y los tres temas en la frontera son clave para la Casa Blanca: migración ilegal, cárteles del crimen organizado en tráfico de drogas por corrupción en ambos lados y puerta sur de seguridad nacional sudamericana.
POR CARLOS RAMÍREZ
@carlosramirezh




