En temporadas de campañas políticas es común conocer la historia paralela e impresentable de los personajes que se
postulan para un puesto de elección popular, siempre se muestran como la mejor opción, con ideas y propuestas que serán nuestra salvación, con la determinación de que por fin sacarán de la pobreza a tal o cual región y terminarán de tajo con la corrupción imperante. No importa cuando leamos esto.
Pero basta postularse para algo, para que los detractores saquen todos los trapitos al sol del postulante y enlodarle la imagen pública, ahora más que nunca con sus propias huellas digitales, porque siempre hay un video, una imagen o un audio que hubieran querido que no existiera, pero son hechos imborrables, que quedan para la posteridad en la red y para el uso a placer del opositor.
El pasado me alcanza, una camiseta que diga y se use para cualquier candidato o candidata a cualquier puesto, en cualquier elección, en esta política a la mexicana.
No sé qué porque se extraña el presidente de que sus afiliados traigan cola que les pisen.
Lo de la candidata morenista a la gubernatura de Nuevo León, Clara Luz Flores es muy similar a la historia del candidato morenista a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado, su pasado los alcanza. De ambos casos el presidente presume que sus opositores le están orquestando una campaña de desprestigio para restarle fuerza a su movimiento de regeneración nacional, no reconoce los yerros, aunque él mismo presuma como estandarte lemas de transparencia y en ambos casos, sus candidatos han pretendido, sin conseguir, ocular evidencias de su comprometedor pasado.
Y esto apenas empieza, así que seguramente veremos casos peores, donde van a resurgir eventos impropios de personajes públicos, de todos los partidos, es la guerra electoral, donde todo se vale y pocos se salvan.
En esta contienda, ya se presume que hasta el árbitro saldrá salpicado.
Sin embargo y aunque se ponga bueno el chisme o el espectáculo cómico, político, involuntario o no, no debemos quedarnos solo como espectadores, tenemos en nuestras manos el poder de la decisión, y más de allá de que la contienda se sea entretenida tenemos que analizar los perfiles de las personas que nos intentan gobernar.
Los estudiosos sugieren que la pandemia nos ha obligados a estar más informados y ser más activos en la participación social, así que debemos estar más atentos a las propuestas de los contendientes que al ruido ensordecedor de sus ocurrencias.
Los vendedores de sueños políticos saben bien que nos atrae el morbo y nos entretiene la comedia, de ahí que muchos partidos políticos apuesten por candidaturas en manos de cantantes, deportistas, actrices, comediantes, payasos o youtubers, cualquier personaje público que atraiga fans o muchos “likes”, aunque no tengan ni experiencia o idea, de la política o la administración pública.
En este país, más de la mitad del padrón electoral somos mujeres y las colectivas feministas organizadas ya delinean estrategias para analizar las propuestas con equidad de género y hacer valer en las urnas, lo que algunos partidos desearían obviar, como es la ley 3 de 3. La elección será feminista.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE
