Antonio Guterres desde la ONU y Emmanuel Macron, desde Francia reconocieron las fallas de todas las naciones que no han logrado la igualdad de género, en tanto la directora de ONU Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka desde el patio central del palacio nacional en México llamaba a todos los hombres y mujeres del mundo a hacer un solo frente contra la violencia que se cierne sobre las mujeres y urgió a nuevos modelos de política y economía feminista.
En este evento mundial el presidente de México no se atrevió a reconocer el retroceso en materia de derechos humanos para las mujeres desde su gestión, incluso se le vio molesto y a fuerzas, ni siquiera se dignó a inaugurar el acto, cedió la acción protocolaria al canciller Ebrad, y se limitó a mencionar algunos de los programas sociales, que destina su gobierno, sin enfoque de género, habló de becas estudiantiles, créditos a los trabajadores artesanales, apoyos del primer empleo y hasta alimentarios, sin especificar ninguna cifra, no habló de feminicidios, ni de violencia doméstica, ni de violaciones sexuales, ni de acoso y ni de la impunidad que prevalece en estos delitos. Intentó, sin conseguirlo, pintar un país color de rosa mexicano y quedó solo, como florero, en medio de los otros poderosos mensajes de los líderes mundiales que instan a cambiar el rumbo.
El encuentro inició de luto por el asesinato de Victoria en Tulum, un feminicidio que indigna al mundo entero, “un hecho que nos llena de dolor, de pena y de vergüenza” se atrevió a mencionar López Obrador para luego asegurarle al mundo entero que en México “no hay tolerancia para machismo y tampoco hay impunidad”. Demagogia que encendió las redes feministas por la incongruencia y disonancia cognitiva.
El Foro Generación Igualdad inició los trabajos de tres días con el reconocimiento de cifras que urgen a la acción, antes de la pandemia el 16% de las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años experimentaron violencia sexual o física por parte de una pareja íntima cada año; el 19% de las niñas se casó antes de los 18 años y las mujeres realizaban tres veces más trabajo de cuidados no remunerado que los hombres. También se documentó que la participación de la mujer en la fuerza laboral no ha variado durante 30 años y la brecha de género se ha estancado en 31 puntos porcentuales a nivel mundial.
Ante este desolador panorama, Phumzile Mlambo-Ngcuka considera que el Foro “ofrece una oportunidad crítica para enfrentar esta creciente crisis, así como las persistentes desigualdades estructurales que la precedieron. Nos apoyamos en las feministas de todas las generaciones y géneros que continúan defendiendo sus derechos en todo el mundo”; Guterres alertó que, en muchos lugares, están volviendo a aparecer leyes regresivas y la violencia contra las mujeres va en aumento, Macron advirtió que no hay justificación para limitar los derechos humanos de las mujeres y que la igualdad no es negociable.
En el México que suma once feminicidios al día, que se gana las primeras planas de la prensa internacional por la brutalidad de las violencias hacia la mujer y la omisión de las autoridades correspondientes, las feministas de nuevo levantan la voz y aprovecharan que los ojos del mundo están puestos aquí, para seguir evidenciando la falta de políticas públicas que busquen la equidad de género y la protección de las mujeres.
“Queremos ver al futuro más allá de la crisis, en vez de seguir recordando y basarnos en los errores el pasado, queremos una oportunidad de crear un nuevo modelo económico feminista, que funcione y trabaje para las mujeres, en un mundo que sea seguro para las mujeres” dijo la directora de la ONUMujeres, con el presidente mexicano cabizbajo, cruzado de brazos y a sus espaldas.
Y para la reflexión dejo un proverbio africano que dice “Si quieres ir rápido, ve solo, si quieres ir lejos, ve con otras personas, Generación Igualdad aquí iremos juntos, pero también queremos ir rápido y lejos”.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE