TAMAULIPAS.- Otro estridente caso nos conmueve a unas y deja incrédulos a muchos, Frida acusa a su abuelo Enrique, de tocamientos lascivos, de hacerla sentir incómoda y crecer con miedo, “fue un hombre muy asqueroso, abusivo, lo odio” ha expresado en un programa televisivo con alto rating por tan alarmantes declaraciones.
“El chisme” se ha vuelto viral y pasamos al juicio público, unas sororas apuntan el “yo si te creo”, otros, los machos, la apunta a ella con el dedo acusador del patriarcado, descalifican sus declaraciones con el clásico “está loca”.
Pero, ¿No es una historia que a muchas nos suena familiar? La UNICEF analiza en 2019 “El Panorama Estadístico de Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes en México”, clasifica los tipos de violencia que más afectan a la infancia: la violencia en el hogar, en la escuela, en la comunidad, la institucional y la digital, detalla que el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño establece que violencia es “toda forma de perjuicio o abuso físico, mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual mientras el niños se encuentra bajo la custodia de los padres, de un representante legal o cualquier persona que lo tenga a su cargo”.
Para ser más explícitos los niños y niñas, sin importar su condición social, creencias o costumbres sociales, deberían estar más seguros en su hogar, con sus padres, tutores, abuelos y familiares cercanos, pero es precisamente en su primer círculo social donde se topan con las violencias más severas que les marcan la vida. En casa, los perpetradores de la violencia, son los que cohabitan con los niños, el padre o la madre, el padrastro o madrasta, los abuelos, hermanos, tíos y primos.
En este contexto, la UNICEF da ejemplos de violencia según las etapas de desarrollo de los niños, de cero a 5 años son los descuidos y castigos corporales, de 5 a 11 años el hostigamiento, intimidación y el acoso, de 12 a 17 años daños o robo de pertenencias y el matrimonio infantil, luego en rojo, remarcan, el suicidio y homicidio.
Las estadísticas oficiales no ofrecen un panorama real de lo que sucede de la puerta hacia dentro de los hogares “fraternales” mexicanos, hay pocos datos porque la denuncias son bajas por la falta de confianza en las instituciones judiciales, sin embargo, la OMS confirma que es un problema común en la infancia, 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres adultos declaran haber sufrido abusos sexuales en su niñez.
¿Porque lo declaran hasta que son adultos? Porque en nuestra cultura patriarcal se arraigó el mito de que los niños mienten o fantasean, pero la realidad es que los perjuicios sociales descalifican sus dichos, y quizás víctima en la madurez ve que el agresor ha perdido fuerza física y moral antes sus ojos y se sienten listos para hablar.
También se duda de las denuncias, se dice que las hace una mujer despechada, rencorosa o vengativa, pero la verdad es que en la mayoría de los casos de abuso sexual que se hacen públicos y se denuncian, son reales, la víctima guardó silencio por temor a represalias, por vergüenza o por no desestabilizar a la familia.
En estos hechos, la sociedad juzga más a la víctima, por su manera de vestir o de hablar, por eso debemos recordar que la OMS insta a desterrar el mito de que quien comente un acto de abuso sexual es una persona anormal o pervertida, en realidad los agresores no tienen un perfil de personalidad, pero son personas que se encuentran en nuestro entornos: padres, abuelos, tíos, vecinos, maestros, jefes, amigos que circulan entre la sociedad y pasan desapercibidos, su comportamiento social, que es lo que se ve, no muestra su conducta sexual, que es lo que no se ve.
“Las estadísticas indican que la mayoría de los abusadores son varones heterosexuales adaptados socialmente. Suelen presentarse a sí mismos como personas afectuosas y humanitarias hacia el mundo exterior, mientras que la relación que establecen con el niño abusado sexualmente está basada en amenazas, control e intimidación” cita UNICEF en la guía Abuso Sexual Contra niños, niñas y adolescentes.
Una guía para tomar acciones y proteger sus derechos. El abuso contra menores es un problema que crece y a diferencia del maltrato físico donde los golpes se ven, la niña o el niño solo tiene el recurso de su voz y debe ser escuchada a tiempo y sin juzgar.
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021