TAMAULIPAS.- El pronóstico del clima advierte que la temperatura alcanzará los 39 grados Celsius con cielo despejado, en conclusión: un tremendo calorón de los que se dan en estas tierras del noreste mexicano.
Toño checa esta información en su móvil y se prepara psicológicamente para la dura jornada que le espera en su trabajo, el cual es una mezcla de animación, promoción, coreografía y un tremendo esfuerzo físico. Toño trabaja portando la botarga del conocido personaje de una farmacia de medicinas genéricas.
A simple vista portar las seis piezas de este disfraz acolchonado se antoja como algo sencillo, sin embargo, según cuenta Toño al Caminante, es todo una proeza aguantar mas de 45 minutos realizando los contagiosos pasitos de baile ya conocidos por los transeúntes.
“La botarga pesa casi doce kilos con todo y zapatos, y si no estas en buena condición física ‘te la vas a pelar’ porque una cosa es bailar un ratote y otra muy diferente es hacerlo con el traje puesto” dice el camarada mientras se pone la parte de abajo del disfraz.
“Un compañero me contó que antes las botargas pesaban hasta quince kilos, imagínate, pero ya de unos años para acá las hacen mas livianas y si te fijas en la cabeza acá en el mero ‘coco’ tienen un ‘abaniquito’ extractor para que ventile por dentro” explica el amigo que no pasa de los 25 años.
Toño cuenta que empezó a trabajar de botarguero en San Luis Potosí hace tiempo, pero por azares del destino tuvo que mudarse primero a Ciudad Mante y luego a la capital cueruda.
“Alla me aventaba sin broncas mis 45 minutos de baile, hasta una hora, y como si nada, pero luego que viene a vivir al Mante ¡y no te pases! malditos calorones de hasta 42 grados ¡A la sombra! ahí si para completar mi turno me tenía que tomar hasta 5 sueros… es un infierno ahí en el Mante, y aquí también en Victoria pero es menos, aquí si aguanto normal, porque San Luis es mucho mas fresco que acá, pero ya me acostumbré” relata mientras se termina de poner la botarga.
¡Y allá va! …bueno, primero la proeza de salir de la trastienda con el traje puesto porque es un poco mas ancho que el pasillo… pero ya una vez librado esto, Toño literalmente se apodera del escenario con su rutina de baile, saludando a los transeúntes y automóviles que le suenan el claxon.
El joven comenta que aunque le asignan una botarga p[ara su uso exclusivo, hay mas de cuarenta caracterizaciones posibles como: bombero, boxeador, astronauta, smoking, obrero, mariachi, ‘diablito’ de pastorela, Santa Claus (en color azul) rey mago, ¡y hasta de vampiro!
“Cuando yo fui a pedir chamba, yo ya tenía experiencia en farmacia y ventas, pero me dijeron que no había vacantes en mostrador, y me preguntaron si me interesaba trabajar como botarguero, al principio ‘me dio el oso’ pero como la verdad si he sido bueno para el baile, me dieron el empleo de volada. Lo difícil fue la primera semana, pero ya después hasta lo disfrutaba, allá en San Luis la gente se me acercaba y hasta se tomaba fotos conmigo, también una vez un autobús con ‘gringos’ se estacionó frente a la farmacia y como yo andaba con el traje de charro todos se tomaron la ‘selfie’ conmigo, estuvo chido esa vez” platica Toño.
– ¿Nunca te pasó que quisieron tumbarte, como le ha sucedido a otros compañeros? – le pregunta el Caminante
“Fíjate que no, si he sabido de algunos en otras sucursales y bueno el traje esta acolchonado pero dicen que como quiera si duele el chingazo, porque pues aparte te agarra cansado o medio deshidratado, pero a mi nunca me han tumbado”
Toño se refresca con una botellita de agua y descansa unos minutos para seguir su chamba en esta farmacia ubicada en una colonia del poniente de ciudad Victoria, esperemos que de verdad se haya acostumbrado al calor tamaulipeco. Demasiada pata de perro por este día.
JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZÓN
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021