TAMAULIPAS.- Exactamente en un mes, llueva, truene o relampaguee, en punto de las 8 de la mañana abrirán las casillas electorales para que más de 93.5 millones de personas a nivel nacional salgamos a decidir el futuro próximo de este país.
Para entonces ya debieron haber callado los candidatos y también los actores políticos que desde sus respectivos templetes se hacen presentes en estos momentos de proselitismo electoral. No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se llegue y el domingo 6 de junio, en Tamaulipas 2 millones 735 mil 949 tendrán la oportunidad de ejercer su derecho al voto.
Muy a pesar del presidente y sus correligionarios, el proceso rumbo a la jornada comicial sigue su curso, tal cual lo tiene establecido en su calendario el INE.
Si alguien pretende en estos días cambiar las reglas del juego, esta sólo haciendo eso, jugando al enmascarado, pues ya no se puede hacer nada respecto a los métodos de la elección, menos tumbar, cambiar o inhabilitar al árbitro.
Los estatutos electorales son claros y son fijados en el legislativo con la participación de todos los partidos políticos, son inamovibles a estas fechas, los políticos lo saben bien, los participantes de la contienda también lo saben, así que la perorata que se traen en contra de los consejeros y de la forma en que se constituye el sistema electoral mexicano, es sólo una argucia más para desanimar al ciudadano.
Recuerden, cuando gobernaba el PRI su principal aliado siempre fue el abstencionismo y ha sido una batalla institucional vencer la apatía de la ciudadana, y se ha logrado más participación activa de los votantes, incluso en las campañas hoy se denota una sociedad más informada, pero esto no conviene al partido en el poder.
Ahora Morena, emulando a sus ancestros, intenta abollar la institución electoral, pretende disminuirla, restarle credibilidad y confundir al electorado. Muchos analistas políticos insisten que tenemos como gobernantes y actores políticos a los mismos de siempre, que solo cambian de partido o de puesto, pero que sigue siendo una misma clase o elite política que nos ha gobernado en los últimos cien años, quizás sí, se nota a leguas que son los mismos y que hasta compiten entre ellos por ser los peores, es lo que hay.
Sin embargo, lo que ha cambiado es la sociedad, a fuerza de desatinos y desilusiones, nosotros, los que votamos, ya no somos los mismos. Y justo ahí es donde radica la esperanza, vencer el abstencionismo que tanto promueven desde el poder nos dará certeza en la elección más grande de nuestra historia, cumplir con la responsabilidad ciudadana y aceptar el derecho de votar nos garantiza la paz social. Lorenzo Córdova reconoce que existen amenazas a la institucionalidad y a la democracia en el mundo, por lo que “es fundamental preservar el sistema electoral, producto de una lucha de generaciones que apostaron por la ruta de la construcción democrática como la única manera en que una sociedad plural y diversa pueda convivir pacíficamente”.
Y alerta que “es normal que la sociedad se polarice, pero cuando todo esto es producto de ese valor antidemocrático, de esas pulsiones intolerantes, ya hay que preocuparse”.
Quedan, sólo 30 días, con sus noches, que se nos harán eternos, pero mayo pasa pronto, con celebraciones de día del trabajo, de la santa Cruz, la madre, el maestro, el estudiante, el día de la biodiversidad y del himno nacional, entre otros muchos motivos que nos permitirán relajarnos de tanto ruido mediático, que nada más estresa y desanima.
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021