La posibilidad de que PRI y PAN vayan juntos por la gubernatura de Tamaulipas está más viva que nunca.
(También el PRD, pero sus 15 mil votos obtenidos en la pasada elección los convierten en una pieza completamente sustituible).
Hay algunas certezas en torno a esta hipotética alianza.
Desde el 7 de junio, en la Ciudad de México iniciaron las conversaciones entre las dirigencias nacionales de estos partidos, en las que también participan líderes empresariales por todos conocidos.
Es verdad que la unión de estos tres institutos políticos, mas el apoyo patronal, no arrojó los resultados que ellos esperaban en la lucha por las entidades, pero sus principales impulsores creen que no hay de otra si quieren frenar el avance de Morena en el resto de la República.
Y si en la capital del país ven con buenos ojos la alianza entre el PRI y el PAN para competir por Tamaulipas, en esta ocasión a diferencia del proceso electoral del 2021, en el estado entre los blanquiazules existe el ánimo de sentarse en la misma mesa.
Los aliancistas ahora tienen una gran ventaja para llevar a buen puerto las conversaciones, sólo es una candidatura la que está en juego, y en ese sentido hay poco margen para negociar.
Es decir, solo los priístas más ingenuos podrían soñar con que el candidato de la coalición para la gubernatura de Tamaulipas pudiera ser tricolor.
En todo caso podrían pelear por algunas posiciones en un eventual gobierno, pero no mucho más.
Para ellos sería suficiente premio inscribir sus siglas en una eventual administración “compartida”.
Por eso es evidente que entre los priístas hay entusiasmo por ofrecer sus 120 mil votos obtenidos en la pasada elección para vencer a Morena en el estado.
En realidad, salvo unos cuantos, desde el actual proceso electoral los principales liderazgos tricolores ya estaban apuntados para sumarse a la alianza con el PAN, aunque luego tuvieron que recurrir a un clásico: “al fin que ni quería”.
El otro factor a favor de la eventual coalición, acaso el más importante, es el de las matemáticas: si se suma la votación de los dos partidos, superarían con facilidad los 540 mil votos que obtuvo la alianza “Juntos haremos historia”.
Es decir, las condiciones están dadas, si no pasa nada raro durante los próximos meses en la Ciudad de México, el PRI y PAN tendrán al mismo candidato para la gubernatura de Tamaulipas.
Y no habrá sorpresas, la lista de prospectos es la misma encabezada por el alcalde de Tampico, Jesús Nader
LA LUCHA POR EL CONGRESO
Por si quedaba alguna duda de la trascendencia actual del Poder Legislativo en Tamaulipas, ayer se escribió un nuevo episodio en la historia del desafuero.
La bancada panista propuso un par de iniciativas, que seguramente aprobarán sin mayores dificultades, que modifican el panorama que ya se avizoraba para los primeros días de la próxima legislatura.
Por un lado, agregaron un párrafo en el que dan carácter de irrevocable a su decisión de rechazar la declaratoria de procedencia, y por el otro dan a los Ayuntamientos la posibilidad de participar en la votación de las reformas a la constitución estatal.
Como el PAN tendrá bajo su control la mayoría de los gobiernos municipales, queda claro que a la bancada de Morena que será mayoría, le estarían atando las manos.
Por ende, también queda claro que los legisladores de la Cuarta Transformación prepararán un contragolpe y muy probablemente este asunto también recaiga en la Suprema Corte.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
