Esos días que nadie quiere volver a vivir en Tamaulipas llegaron como muestra a Reynosa, ahí donde un
comando mató el sábado a 15 inocentes. Así es mis queridos boes, los días de la zozobra, del miedo a flor de piel, del pánico ante los rumores y del toque de queda autoimpuesto ante la duda. Han sido ahí cuatro días que nos muestran, que nos recuerdan lo que en mayor medida hemos superado en Tamaulipas y que nadie quiere repetir.
Ayer ya había en Reynosa contingentes de policías estatales, la Guardia Nacional y hasta Marinos, porque la ciudad tiene cuatro días siendo nota nacional por la masacre del sábado y por las amenazas de más hechos delictivos de gran impacto.
Si, Reynosa vive escenarios como los que también ahí se habían superado, por lo menos en los últimos tres años, como lo reconoció la propia alcaldesa MAKI ORTIZ en su recorrido por los noticieros nacionales el martes.
Ayer otra vez apenas llegada la noche volvieron los ‘comunicados’ de ‘mejor quédense en casa’, porque se
va a poner fea la cosa y los que allá viven comentaban que la ciudad estaba muy silencia, la mayoría de la gente recogida y hasta turnos completos de maquiladoras suspendidos.
Ese es el Reynosa de hoy, de hace cuatro días, es el fantasma de la inseguridad que ningún ciudadano de bien quiere que se repita, ni ahí, ni por ningún rincón de Tamaulipas, donde desde hace años, entre el 2009 y el 2016 pusimos y de sobra nuestra cuota de miedo, nuestra cuota de sangre, nuestra cuota de vida, porque encerrados por el pavor de aquellos años es medio vivir.
Se aplaude que hoy que Reynosa es noticia esté ahí toda la fuerza estatal y federal, pero la exigencia de los de a pie, de usted y de mi debe ser que esto no sea pasajero, que la muestra de fuerza de la Federación y el Estado no sea por el momento, sino que sea permanente.
Porque ahí en Reynosa, como en el resto de Tamaulipas, desde aquellos años aciagos, sabíamos que fingir que nada ocurre, matizar el charco de sangre con declaraciones de que eran hechos aislados, echar culpas al nivel federal lo único que hacía era permitir que los poderes fácticos actuaran a sus anchas.
Insisto, hoy es ahí en Reynosa, pero el riesgo es qué tal y como ahí ocurrió el mal de disemine y volvamos a perder la capacidad de movilizarnos por las carreteras, nos tengamos que abstener de convivir ante el riesgo de estar en el lugar y hora equivocados.
Por lo pronto ayer la alcaldesa MAKI ORTIZ y su hijo CARLOS PEÑA quien a partir de octubre la relevará en el cargo estuvieron en misa, pidiendo a Dios que cesen las balas.
Más terrenales, los diputados locales por Reynosa, en la sesión de ayer, exigieron mano dura contra los violentos y hasta retaron a que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se quede una semanita en esa ciudad para sufrir en carne propia el miedo.
OLGA GARZA, de ahí de Reynosa, diputada tricolor, dijo que los ciudadanos tienen miedo de salir a trabajar, de estar por la calle, porque pueden quedar entre el fuego cruzado: “Es urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno intervengan para rescatar a Reynosa de la violencia, es impostergable; requerimos toda la fuerza de las instituciones”.
Pero RIGO RAMOS, electo bajo las siglas de MORENA fue más allá y le puso color a la exigencia de paz, al retar a que AMLO viva una semana en Reynosa “Que venga y haga la mañanera en Reynosa, porque desde México se ve muy bien.
Que se quede una semana, que se le dé la cara a los reynosenses, no desde México, señalando y diciendo, es momento de actuar como autoridad y darle la cara a los que estamos sufriendo”, dijo en tribuna.
Por la tribuna desfilaron también los panistas ALBERTO LARA BAZALDUA y MON MARÓN, ambos exigieron que el acto terrorista del sábado no se vuelva a repetir y que para eso se necesita hacer justicia a las víctimas inocentes del ataque.
¿Vendrá AMLO a quedarse en Reynosa para vivir en carne propia el pavor a los grupos delictivos?, ¿funcionarán los rezos de MAKI y MAKITO?.
Tenemos que ser objetivos en este tema, AMLO puede estar una semana o un mes en Reynosa, resguardado por la Marina o el Ejército y hasta caminar por sus calles sin mayores problemas, porque es cuestión de que se le blinde.
No, lo de Reynosa no necesita de declaraciones o retos populares para salir en los medios, lo de Reynosa requiere estrategia, necesita trabajo conjunto, urge de coordinación y golpes de precisión, todo lo demás es ruido político.
Y me atrevo a asegurar que tampoco funciona hincarse a rezar, porque Dios debe tener harto trabajo en el mundo, como para venir a solucionar lo de Reynosa que le toca a los mortales,
que ocasionan los mortales, más bien aplíquenos una de más máximas católicas de: A Cristo orando y con el mazo dando…
POR MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
twitter @melitong