2 julio, 2025

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Entre lápidas y lavaderos

Trabajadores del granito y el mármol han tenido poca chamba debido a la pandemia, pero se les ha abierto otro mercado muy peculiar

Cd. Victoria. “Nombre joven, es que este negocio ya no deja pa’ vivir” comentaba el hombre al Caminante, mientras le daba un gran sorbo a su ‘cocón de seiscientos’.

– Uno dice, ‘ay wey, se está muriendo un chingo de gente… de seguro los que hacen tumbas y lápidas se han de estar ‘cuajando’ de lana’ pos no es cierto – continuaba su relato Don Chuy.

– Mire, el año pasado se les ocurrió cerrar los panteones en los días de los difuntitos y eso como que desanimó a la gente, porque en años pasados ‘andábanos’ entre mariachis y fara faras terminando de instalar lápidas, capillitas y cuanta cosa, pero desde hace un año casi casi estamos sin chamba.

– Oiga – pregunta el Caminante- y todo este tiempo ¿de qué han vivido?
– Pues dejamos de lado las lápidas y nos pusimos a hacer lavaderos, principalmente, mire, tengo un cuñado allá por Valles, que no es por dármelas de muy acá, pero pues yo le enseñé este ‘jale’ y allá, pues quién sabe pero la gente es más respetuosa con los que ya se nos adelantaron, y bueno él me cuenta que allá sí hay trabajo, de hecho me dice que me vaya pa’lla, pero pues a mí se me complicaría mucho moverme de la ciudad ahorita, pero pues qué se le va a hacer.

– ¿Y qué más sabe hacer aparte de lápidas y lavaderos?
– ¡Uy pues de todo! años atrás hacíamos de todo, sobre todo allá por ‘el Villarreal’ la gente de lana nos encargaba desde paredes completas de mármoles y otras piedras bonitas, ¡hasta de cuarzo! un político de los de antes, que no puedo decir su nombre ‘porque usted ya sabe’… a ese le hicimos un baño completo de mármol veteado, y cuando lo llevaron a esa casotota, pues yo creo que le ha de haber costado una buena lana porque en las cajas venía todo en italiano… imagínese.
Don Chuy es de buen diente, pues en pocos se devoró dos ‘enamorados’ y un ‘ojo de pancha’ con su refresco, y continúa.
– También hacíamos cocinas enteras, chimeneas, pisos de marmolina completos, pero de unos años para acá, quien sabe que pasó, como que les pegó duro la crisis a la gente de billete. Por ejemplo a una maestra también de muy buena posición, nos dio una chamba bien picuda, para ponérselo en pocas palabras, le ‘forró’ su casa de mármol a su novia, una muchachita como de veinticuatro años, ¡muy jovencita! pero le puso casa y muy bonita por cierto, jardín con fuentes y todo el pedo y toda esa chamba nos la aventamos mi cuñado, el que le comenté, y yo.

Pero desde hace unos años con eso de la violencia muchos de nuestros clientes de billete se fueron a vivir fuera del estado, unos a Monterrey, el ‘De-efe’ y otros de plano se mudaron ‘al valle’ (de Texas).

– ¿De plano se quedó sin clientes don Chuy? – le pregunta el Caminante

– Sólo me quedaron unos cuantos, pero son señores muy grandes, uno ya me pasó la foto de cómo quiere que sea su tumba, con capilla y toda la cosa ¡Uy nombre! ya han sido varios que me contratan de ‘arquitecto’ para su terrenito allá en el panteón… ¡y hasta me lo pagan por adelantado!… pero pues ya son pocos, y es que pasa una cosa bien chistosa, casi siempre son los hijos del difunto, los hermanos pues, quienes se cooperan para pagar la lápida y los adornos, ya sean que ‘virgencitas’, ‘cristos’, floreros, ‘libros abiertos’, cruces, capillitas, angelitos… lo que se le antoje, pero me ha tocado que salen de pleito cuando piden un presupuesto, unos porque no quieren poner ‘tanto dinero’… otros siempre dicen lo mismo, ‘que su mamá ya ni se va a dar cuenta de los adornos… otros que no deben poner ‘imágenes’ porque se enoja ‘diosito’ uy no… ¡imagínese si su ‘amá’ o su ‘apá’ los viera, se volvería a morir de la vergüenza. Total que muchas chambas se me caen porque los hijos del difunto no se ponen de acuerdo… sobre todo los ‘riquillos’

– ¿Ni porque tienen lana?
– Nombre joven esos son los más ‘agarrados’… para no decir una mala palabra, y mire, me han llegado señoras… ‘viuditas’ que se gastan toda la pensión para comprar una cruz para su viejito, hasta da cosa… no sé, ver cómo la gente que menos tiene es la mas ‘desprendida’.

– Oiga Don Chuy, y ¿qué es lo que más le ha sorprendido de lo que le pide la gente para sus difuntos?
– Pues mire, he visto muchas cosas pero por ejemplo ahora lo que está de moda es hacer ‘tumbitas’ para las mascotas
– ¿Le mandan hacer tumbas para perritos?
– Si joven para perritos, gatitos y hasta cotorros, hay una señora que tiene un panteón en el patio de atrás de su casa tiene enterrados como a ocho perritos

A Don Chuy no se le acaba la plática… pero ha llegado el momento de despedirse, ojalá que le caiga más chamba. Demasiada pata de perro por esta semana.

Por Jorge Zamora

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