ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Larissa Arteaga y Roberto Carlos Gómez Urbina presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia en contra de quien resulte responsable por la presunta negligencia médica de haberle dado alcohol etílico en la fórmula láctea a su bebé recién nacido en el Hospital “Torre Cantú” de Altamira
En entrevista, los jóvenes padres señalaron que una vez que salieron del hospital acudieron al Ministerio Público y presentaron esta denuncia por lo sucedido a su bebé que nació el martes con un peso de 2,300 kilogramos.
“Presentamos una demanda en contra del hospital (…) presentamos de prueba la jeringa que yo había guardado y que le di a mi esposo, para que la analizaron y ellos también checaron al bebé que siguió eructando alcohol” expresó .
Indicó que también llevaron a su bebé al sistema DIF de Altamira donde fue revisado.
Reiteraron que a su bebé le hicieron un lavado gástrico en el hospital, lo cual hubiera sido un riesgo innecesario si efectivamente ellos estuvieran seguros de que no había consumido alcohol.
Expresaron que le tomaron muestras de sangre a su bebé para ver si aparece alcohol en su organismo.
Afirmaron que el bebé sigue sin poder succionar bien la leche y no puede abrir bien sus ojos, por lo cual harán los estudios para descartar que haya un daño .
El padre Roberto Carlos Gómez señaló que antes de salir del hospital, la directora les pidió que firmara en una hoja a lo cual él se negó.
“La directora me pidió que retirara a los medios de comunicación, me dijo que estaba exhibiendo a todos en el hospital y que ella no tenía nada que ver y sólo me dijo que todos podemos cometer un error” expresó.
Por su parte la joven Larissa Arteaga madre del recién nacido señaló que es una incongruencia que sea un error ya que se supone que todo el personal del hospital se encuentra capacitado.
“El líquido me lo dieron en un frasco caliente, imagínese el daño que le hicieron a mi bebé porque era alcohol caliente” explicó.
El joven matrimonio señaló que van a llegar hasta las últimas consecuencias por lo que le pasó a su hijo recién nacido y además para evitar que le pueda a pasar a otro niños.
“Llegaré a las últimas consecuencias, hasta donde tope y con quien tope para solucionar esto que le pasó a mi hijo porque estoy muy indignada” explicó.
Fue en la madrugada del miércoles, cuando una enfermera le proporcionó una mamila con leche para alimentar a su hijo quien al momento de probarla empezó a toser , siendo cuando ella se percató del fuerte olor a alcohol, por lo que le habló a los médicos de manera inmediata.
Por Silvia Mejía Elías / La Razón