TAMAULIPAS.- Se dieron a conocer los resultados de pobreza por el CONEVAL, institución facultada por la Constitución para realizar dichas mediciones de pobreza; los resultados señalan que de 2018 a 2020 existe un crecimiento de la población que presenta condiciones de pobreza, pasando de 41.9 por ciento de la población en 2018 a 43.9 por ciento en 2020, esto representa un incremento de 4.6 millones de personas en el país.
La población con pobreza extrema, que es aquella que aun con los ingresos que percibe le es imposible cubrir la cuestión alimentaria, creció en 1.9 millones de personas. Los resultados de pobreza se han acentuado principalmente por la caída en los ingresos de la población y en menor proporción por las carencias sociales.
De hecho, de forma conjunta, la población que presenta vulnerabilidad por el tema de las carencias disminuyó pasando de 26.4 por ciento en 2018 a 23.7 por ciento en 2020. La carencia que más se ha incrementado es el acceso a servicios de salud; durante este periodo, 15.7 millones de personas en el país dejaron de contar con el servicio médico, esto se debió a la desaparición del seguro popular.
También se observa un crecimiento en la población que padece rezago educativo y problemas de alimentación.
En Tamaulipas, la situación de pobreza también se incrementó en aproximadamente en 29,000 personas, pasando de 1.20 a 1.23 millones de personas.
Lo más preocupante es que en el estado se observa un crecimiento en la población con pobreza extrema de 31,000 personas, esto significa que los pobres se han hecho más pobres.
El estado ocupa el lugar número 20 de las 32 entidades en cuanto al crecimiento de la pobreza durante el periodo de 2018-2020.
En cuanto al sur del estado, con estimaciones propias, los resultados de pobreza podrían crecer en alrededor de 7 por ciento, dado que los impactos de la economía formal han sido más severos en el sur que en el resto del estado, de hecho, los municipios de la frontera se encuentran prácticamente recuperados, y crecen a un ritmo muy lento.
Si bien el levantamiento de los datos para medición de pobreza ya contempla el periodo más complejo de la pandemia, es también importante señalar que el incremento de la pobreza en el país no se debe solo a esta situación de salud pública, también es producto de la ausencia de una política económica que impulse el crecimiento económico y el desarrollo del país.
Los resultados de crecimiento económico de las últimas décadas son claros, se observa una trayectoria descendente.
La misma población ha percibido de forma constante la falta de crecimiento económico en el país, cada día resulta más complejo conseguir empleos que les proporcione las condiciones necesarias para subsistir, y cuando se tiene empleos los ingresos que percibe son insuficientes lo que ha obligado que más integrantes se sumen en actividades formales e informales para mejorar los ingresos de los hogares.
También se han encarecido los productos básicos. Desde la perspectiva del sector público, la falta de crecimiento económico hace más compleja la recaudación fiscal, de tal forma que resulta más complejo obtener mayores ingresos, existiendo una mayor presión en el incremento de los impuestos.
Si realmente se desea reducir la pobreza, no basta con implementar programas sociales, se necesita impulsar programas que reactiven la economía con una perspectiva de equidad en la propiedad del capital en sectores estratégicos, que permita con ello generar fuentes de empleo de calidad. Usted ¿Qué piensa?
REFLEXIONES EN ECONOMÍA / JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021