Tamaulipas.- Aún no amanece en el ejido Francisco Medrano del municipio de Jaumave, Don Raúl Cruz, prepara su huajaca o colote, su horquilla y su machete, para iniciar su recorrido de 12 kilómetros para ir en busca de la lechuguilla, para luego, bajo la sombra de un huizache, extraer su fibra que tras un arduo día de trabajo llevará a vender a la tienda Diconsa, donde espera obtener apenas 100 pesos por los más de 3 kilos y medio que logra obtener en esta labor de sol a sol.
“Esta es una actividad que aprendí de mi padre y a él le enseñó su abuelo, por lo que ya tres generaciones hemos vivido del tallado de lechuguilla, lo cual se combinaba con otras actividades como era el empleo temporal que antes existía, donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, los contrataban para darle mantenimiento a los caminos rurales, pero ese programa desapareció desde hace tres años”, indicó.
Afirma que todo eso generaba fuentes de trabajo para los campesinos de este municipio, lo que les permitía sobrevivir.
“Ahora la gente de esta región combinamos la talla de lechuguilla, también con la recolección de otras plantas como es el oreganillo, la gobernadora y la damiana, que son plantas ahora la gente está comprando y a pesar de que se paga un precio bajo, permite a la gente obtener otros ingresos”, indicó.
Comentó que también se venden otros frutos del semidesierto de temporada como es la pitaya, las chochas o el chile piquín, que se da durante la temporada de lluvias.
“Aquí hemos aprendido a vivir con las cosas que nos da la sierra, porque no nos queda de otra”, comenta.
Don Raúl Cruz, es uno de los casi 2 mil campesinos de los municipios de Jaumave, Tula, Palmillas, Miquihuana y Bustamante que aúnviven de la recolección y talla de la lechuguilla en la región del semidesierto en Tamaulipas.
PRODUCEN AL AÑO 2 MIL 408 TONS.
Estos hombres logran una producción anual de explotación de 2 mil toneladas 408 kilos de lechuguilla, la cual es tallada y luego comercializada a empresas que se dedican a la elaboración de diversos productos con la fibra que se obtiene de esta planta, según información de la Secretaría de Desarrollo Rural.
Esta actividad permite una derrama económica de 62 millones 608 mil pesos al año, suma que apenas les da para vivir a los campesinos que se dedican a esta actividad, luego de que en promedio cada uno de los 2 mil hombres que se dedican a la talla de esta fibra, obtienen ingresos promedio de 87 pesos al día, a pesar de ser una actividad que requiere de muchas horas de trabajo.
En la región del Altiplano, en el semidesierto tamaulipeco, cada vez es más difícil conseguir la lechuguilla, esto debido a las afectaciones que han originado los incendios forestales.
Esto hace que los campesinos tengan que caminar más de 10 kilómetros para poder obtener la preciada planta, sobre todo en los municipios de Bustamante y Miquihuana, que en este 2021 son las poblaciones rurales que más han sufrido por los incendios forestales, donde el fuego logró consumir más de 4 mil hectáreas, dañando principalmente matorrales y material herbáceo como la lechuguilla. La Secretaría de Desarrollo Rural, indica que los campesinos que se dedican a la explotación de la lechuguilla se concentran en 25 comunidades de los cinco municipios del Altiplano.
Actualmente el precio del kilo de fibra de lechuguilla se paga alrededor de los 26 pesos y cada persona en promedio talla por día entre los 3 a 4 kilos, que son vendidos en tiendas DICONSA, donde también tienen la opción de cambiarlos por alimentos.
Sin embargo, también hay otras personas que desean darle el valor agregado a esa fibra y venderla en forma de artesanía para mejorar sus ingresos, como lo hace Irene Reyna, quien con ingenio ha logrado crear flores, escobetillas, estropajos, cepillos y hasta cestos con este material.
Desde el ejido Felipe Ángeles de Bustamante, lleva su artesanía a diversos lugares de Tamaulipas y del país, donde ha logrado vender sus productos.
Con ello logra obtener un poco más de ingresos que vendiéndola por kilo, ya que cada vez es más difícil obtenerla, porque hay que caminar más hasta localizar la planta y luego transportarla.
“Es por lo que, busco darle un valor agregado y obtener un mejor precio por esta fibra, luego de que la planta está escaseando, debido a que ahora la explotación forestal ha crecido debido a que las empresas que compran las fibras han ayudado a los campesinos a comprar máquinas para extraer más rápido la fibra y esto origina que requieran más planta”.
Indicó que los que más están batallando son los habitantes de los ejidos de Miquihuana, ya que el gran incendio que se registró en abril y mayo quemó muchas plantaciones.
“Para encontrar un cogollo de lechuguilla hay que caminar hasta 12 kilómetros desde temprana hora y llegar hasta los “majuelos”, los predios donde se hace la recolectan por medio de una huajaca o huacal, con la cual cargan este preciado producto”.
Afirma que fue mucho el daño que se registró por el incendio forestal, el cual consumió también otro tipo de plantas que son aprovechadas por la gente del sector rural, como es el orégano, la damiana, la gobernadora y palmas de chochas.
Información de DICONSA en Tamaulipas, indican que cuentan con un programa de apoyo a lechuguilleros con el fin de que se les pague un precio justo de esta fibra.
El organismo indica que la lechuguilla, es una fibra muy importante porque se ha recolectado de manera intensa y continuamente desde el siglo XIX.
Actualmente la lechuguilla es un elemento fundamental de la economía de numerosas familias campesinas, por los ingresos netos que representa, al menos durante un tercio del año.
La fibra de lechuguilla es la materia prima para diversas empresas nacionales y extranjeras, que la utilizan en la elaboración de diferentes productos.
El organismo señala que a través de sus tiendas DICONSA los campesinos acuden a vender esta fibra de manera diaria, o cambiarla por alimentos para sus familias.
Se indica que con esto se busca evitar que las personas tengan que desplazarse a otros lugares para vender su producción de ixtle de lechuguilla, o para surtirse de alimentos.
Antes de que la paraestatal interviniera en este proceso de apoyo al campesinado, las empresas procesadoras de ixtle imponían el precio que se pagaba por kilo y la temporada de compra.
Ahora, el panorama luce distinto, los talladores tienen asegurada la venta del producto y la estabilidad en su precio al venderla en estas tiendas.
Se informó que de la planta de la lechuguilla se extrae ixtle para la elaboración de mecates, estropajos, fibras especiales para la limpieza de cocinas, morrales, cepillos, escobetillas, hamacas, manteles, toallas, servilletas, bolsas de mano, sombreros, prendas de vestir y cinturones.
Uno de sus principales usos en el extranjero se da en Alemania, donde es utilizado para rellenar asientos de aviones o para el lavado de motores.
Crean una
procesadora
Para apoyar a los campesinos a mejorar sus ingresos económicos con la talla de lechuguilla que es una de las actividades más desgastantes y que requieren de mucho esfuerzo físico, el gobierno del estado llevo a cabo una inversión de más de 2.5 millones de pesos para crear la primera planta procesadora y comercializadora de esta fibra.
Fue el secretario de Desarrollo Rural, Ariel López Longoria, quien, en diciembre del año pasado, inauguró esta obra en el ejido Francisco Medrano del municipio de Jaumave.
Dijo que esta planta tiene una capacidad de producción de 800 a 1000 kilogramos por día y generará cerca de 80 empleos directos e indirectos en esta región.
“La idea es que la producción de lechuguilla que se concentra en esa región sea llevada a este centro de recolección, donde se venderá a las empresas que se dedican a la compra, buscando mejorar el precio que se paga al comercializarlo de manera directa”.
Además, se busca impulsar que los campesinos se capaciten para que puedan elaborar diversos artículos usando como base la fibra del ixtle de lechuguilla y poder darle valor agregado.
En esta planta se cuenta con equipo tecnológico para procesar la lechuguilla y evitar el esfuerzo que se tiene que hacer por parte de la gente, ya que tiene la capacidad de tallar hasta 100 kilos por hora de esta planta.
Por Antonio de la Cruz