Existen señales de que se aproxima un escándalo político-judicial de proporciones mayúsculas, donde podrían aparecer involucrados en acusaciones concretas de corrupción, Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa, Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, José Antonio Meade, y otros de no menor relevancia, entre ellos los dirigentes de la oposición a MORENA, sean el priista Alejandro Moreno Cárdenas, Jesús Zambrano del PRD y el panista Marko Cortés. Aunque se considera que también habría empresarios que se han hecho famosos por su frecuente mención en “la mañanera”. En este sentido pareciera que el supremo gobierno está dispuesto a realizar lo que AMLO ha empezado a llamar “limpieza tajante” de los restos del neoliberalismo, lo cual probablemente surta efectos después del informe presidencial del primero de septiembre.
Hay señales digo, entre otras: “la graciosa” huida de Ricardo Anaya hacia el extranjero bajo el pretexto de persecución política, cuando arrastra acusaciones que lo colocan en un tris de convertirse en indiciado como resultado de las últimas declaraciones de Emilio Lozoya que contienen pruebas al parecer “irrefutables” en su contra, relacionadas con el caso Odebrecht y otras que forman parte del “guardadito”, tanto de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, al igual que de la Fiscalía General de la Nación. “Si no tiene culpa, pa’ que se va”, dijo AMLO.
No extraña tampoco, la aparición cada vez más frecuente de ex funcionarios en medios de comunicación caracterizados por su enemistad con AMLO tratando de “lavarse la cara”. Entre ellos Osorio Chong quien en forma desesperada busca desligarse del espionaje operado desde la Secretaría de Gobernación “contra todo lo que se moviera”, (incluso periodistas), utilizando método “Pegasus” de triste memoria porque fue fundamental en la guerra sucia emprendida desde los tiempos de Salinas “y corregida y aumentada” con Peña Nieto, pasando por la operatividad perversa de Genaro García Luna en la época de Felipe Calderón, aunque al ex secretario hoy senador, también lo ligan a la corrupción de la ex policía federal.
En este escenario no es rara “la hermandad” mostrada por las dirigencias del PAN, PRI, PRD y MC, la cuales además de denunciar al unísono la presunta persecución política de que son objeto, decidieron trasladar su cofradía a la cámara de diputados conformando un bloque que durará “lo que dos peces de hielo en un whisky on the rock”, como dijera el maestro Sabina, considerando que los intereses de Marko, “Alito”, Zambrano y Dante Delgado, son diferentes en la misma proporción de sus ambiciones personales. Y no pasará mucho tiempo para comprobarlo. Además, no olvidéis que estos dirigentes arrastran pecados de fácil identificación con el pasado que los coloca en la disyuntiva de salvar su pellejo, dejando que cada cual se rasque con lo que pueda. Es decir, tienen pendientes que no aplican en la máxima presidencial de no ejercer venganzas políticas. “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.
Por otra parte, no es coincidencia que recién salieran a relucir los excesos de parientes cercanos a Peña Nieto, como el de una de sus hijas que en una sola de sus tarjetas de crédito gastó 30 millones de pesos, pagados,
es de creer, con dinero público. ¿Por qué hasta ahora?. Mientras tanto, llama la atención el largo silencio tanto de Santiago Nieto de la UIF, como del Fiscal Alejandro Hertz Manero, cual si prepararan una gran sorpresa. Y algo ha de haber para que Ricardo Anaya “haga punta” en este presuroso éxodo hacia el extranjero.
SE ROMPIÓ EL PACTO
Usted se preguntará, “¿por qué el supremo gobierno estaría dispuesto a golpear a sus adversarios más poderosos?”. Elemental, empieza la segunda mitad del régimen morenista y es tiempo de mostrar que la guerra a la corrupción no es mero cuento, aunado a esto la tolerancia llegó al límite debido a la torcida interpretación de algunos actores políticos y empresariales, olvidando que el poder tiene sus códigos que siempre serán válidos en un régimen democrático como el que encabeza AMLO.
Esta torcida interpretación neoliberal llevó a violentar el pacto original de respetar y aun apoyar en su caso, las iniciativas más importantes del régimen. Y es que PAN, PRI, PRD y MC no cumplieron y por el contrario, en el congreso votaron en contra a pesar del alto significado humano de algunas, como la medicina gratuita y general en todas sus variantes, las becas a estudiantes, a jóvenes aprendices de empleos, discapacitados, pensiones a adultos mayores, etc. Sea que la oposición rompió un pacto de honor y ahora deberá atenerse a las consecuencias. Aunque lo que derramó el vaso fue la negativa a aprobar la sesión extraordinaria para formalizar la revocación de mandato. Aquí fue donde dicen, AMLO sí se enca-boronó.
A PRUEBA DE LEALTAD
Yo digo y sostengo que los y las aspirantes a gobernar Tamaulipas por parte MORENA deben ser sometidos (as) a una serie de pruebas para comprobar su lealtad al supremo gobierno, o que les apliquen cuando menos el detector de mentiras, porque entre la docena de los y las tales, hay cada ejemplar que no tiene la más remota idea de lo que significa la Transformación que se pretende.
Pa’ empezar se trata de un cambio completo de mentalidad que conduce al ejercicio humano del poder, exento de ambiciones e intereses personales. Recordad que solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se
pone al servicio de los demás y si revisamos la laaarga lista, veremos que fuera de dos que tres, la mayoría son vulgares fariseos de la política. Sea que no tienen escapatoria dado que su historial los delata, y ni modo que cambien de un día para otro.
Aquí es donde AMLO debiera tener cuidado y no dejar en manos de Mario Delgado el proceso de selección, considerando que este individuo está escaso de inteligencia, oficio político y hasta de vergüenza porque debió renunciar después de las últimas elecciones donde puso en riesgo la mayoría en la cámara de diputados, así como las gubernaturas de Guerrero y Michoacán. Esto último por no entregar cuentas elementales de gastos de precampaña. ¡Una estupidez!, como también lo fue el no haber promocionado debidamente la encuesta para enjuiciar a los ex presidentes de la república. Mario Delgado es un inútil al que AMLO tiene que andarle corrigiendo sus tonterías (por no llamarle pendejadas), y por lo tanto no debe intervenir en el caso Tamaulipas.
Por lo pronto que a los y las aspirantes a gobernar el estado por MORENA, les apliquen el detector de mentiras. Sería lo menos. Y de paso psssss también a Mario.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA