CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Falta de recursos, escasa capacitación e infraestructura deficiente son algunas de las razones que han detonado lo que decenas de colectivos de familiares de desaparecidos, catalogan como “la crisis forense de México”.
Esta problemática se refleja en la acumulación de miles de cuerpos sin identificar en todo el país.
En total son 52 mil personas fallecidas registradas como no identificadas en la República Mexicana, de acuerdo a las cifras oficiales recogidas en el estudio “La crisis forense en México”, elaborado por el “Movimiento por nuestros desaparecidos”, en el que participan entre otras la Red de Desaparecidos en Tamaulipas.
Según el documento publicado esta semana, en el estado hay 3,788 cadáveres sin identificar, lo que la coloca en la sexta posición a nivel nacional.
Junto a Baja California (en donde actualmente hay 9,087), Ciudad de México (6,701), Estado de México (5,968), Jalisco (5,738), Chihuahua (3,943), y Nuevo León (2,077) concentran el 71.73% del total de cuerpos no identificados en el país.
Estas siete entidades están muy por encima de la media nacional que es de 1,575.
De las 52 mil personas sin identificar, detallan, la mayoría “yace en fosas comunes en cementerios públicos. Estas fosas tienen registros deficientes y alta probabilidad de extravío de cuerpos”.
Otros cadáveres se encuentran en instalaciones de los servicios forenses (7%), universidades (5%) o centros de resguardo forense (1%).
“Las autoridades no han podido o no han querido informar dónde se encuentra el 22% de las personas fallecidas sin identificar”.
El documento señala con claridad la relación entre las altas cifras de cuerpos no identificados, las de víctimas de violencia y las de desaparecidos.
En el caso de Tamaulipas, sitúa a la entidad entre las que presentan altos índices de personas no localizadas y personas fallecidas no identificadas.
“Es posible que entre los cuerpos no identificados que yacen en fosas comunes y clandestinas, en servicios forenses y otros espacios, se 1 encuentren algunas de las personas reportadas como desaparecidas”, detallan.
Según Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas actualmente en Tamaulipas suman 11 mil 527.
Constantemente los colectivos de búsqueda han insistido en la necesidad de que se acelere la identifcación de cuerpos que se encuentran en las fosas comunes de Tamaulipas.
Según el estudio esta problemática se replica en todo el país, sobre todo por la baja cantidad de pruebas CDMX de ADN que se realizan.
En promedio, se identifica mediante ADN al 14.05% del total de EDOMEX personas fallecidas que ingresan sin identidad.
En Tamaulipas son 6.48% las identificaciones que se han logrado a través del ADN del total de ingresados como no identificados.
Otra problemática que señala el documento es el uso deficiente de las bases de datos existentes.
“Desde 2015 existe en México una base de datos ante mortem (información provista por familiares en búsqueda) y post mortem (información provista por el análisis de los cuerpos de personas fallecidas), conocida como base de datos AMPM. Según información oficial al 31 de agosto de 2020, solamente 19 servicios forenses utilizaban esta base de datos, aunque la cifra podría no ser confiable porque tan solo un año antes (2019) sólo 11 servicios forenses afirmaron estar usando la base de datos”.
En este caso, Tamaulipas aparece como una de las cuatro entidades que más datos ha aportado a las bases de registros post mortem, con 1,157 cuerpos.Hay más problemas en el servicio forense mexicano, una de las más graves, señalan, son las dificultades para entregar los cuerpos que se logran identificar a sus familias.
Ponen el ejemplo de Jalisco y Tamaulipas, donde hay 931 y 645 cuerpos respectivamente que ya se han identificado pero que por diversas razones no han sido restituidos a sus familias.
“Ambos concentran el 75% del total de cuerpos identificados y no entregados. No está claro si las familias no han sido ubicadas y notificadas o, en caso de haberlo sido, decidieron no reclamar los cuerpos. De acuerdo con los artículos 70 y 96 de la Ley General en materia de desapariciones, las comisiones de búsqueda y las fiscalías deben “como mínimo” notificar a las familias”.
La crisis forense de México es muy profunda y se ha gestado desde hace mucho tiempo, advierten los especialistas. Y las causas son muchas: “Por una parte están las causas externas a las instituciones forenses: el aumento de la violencia en los últimos 15 años, en particular las desapariciones forzadas y por particulares, los homicidios y el ocultamiento de personas fallecidas en fosas clandestinas.
La crisis de violencia ha generado una carga de trabajo inusitada para los servicios forenses del país”.
También existen causas relacionadas directamente con los servicios forenses, como contar con personal insuficiente, formación inadecuada, poco trabajo interdisciplinario, bajos sueldos y contratos temporales.
“Los servicios forenses cuentan con protocolos deficientes, carecen de sistemas de supervisión y control de calidad, sus bases de datos están subutilizadas y escasamente interconectadas y faltan insumos y equipamiento en los laboratorios. Hay un importante rezago en el análisis de muestras genéticas, extravío de muestras y comparaciones incompletas entre perfiles”.
En los últimos años, Tamaulipas ha acelerado el desarrollo de un sistema forense que le permita contribuir a la identificación de cuerpos y al mismo tiempo a encontrar a miles de personas reportadas como desaparecidas.
Cuenta con dos panteones especializados: uno en Miguel Alemán y otro recién inaugurado en El Mante, ambos con el objetivo de resguardar cientos de cuerpos en espera de poder ser identificados y entregados a sus familiares, una tarea que con el paso de los años se vuelve cada vez más compleja.
La intención es contar con espacios suficientes para resguardar y conservar los restos mortales y óseos para la identificación humana.
Esta obra, señaló la Fiscalía General de Justicia, en su inauguración, permitirá que los cadáveres puedan ser resguardados de manera digna e individualizada y entregados a sus familiares de una manera transparente y clara, a fin de que exista certeza de los trabajos realizados por la institución y las autoridades obligadas para ello.
POR STAFF
EXPRESO-LA RAZÓN