TAMAULIPAS.- Una de las causas por las que el PAN perdió en Tamaulipas la supremacía política en los comicios del 6 de junio fue la toma de decisiones que no les parecieron a las bases del partido.
La designación, por ejemplo, de la ex presidenta estatal del PRI, Yahlell Abdala Carmona, como candidata a alcalde de Nuevo Laredo, la de Pilar Gómez Leal para la presidencia de Victoria, la de Jaime Turrubiates para Madero y la imposición de Ciro Hernández Arteaga como contendiente al gobierno de Altamira.
Como se sabe, los cuatro perdieron la elección ante Morena. tancia del partido de Gómez Morín a las decisiones cupulares fueron suficientes para que se corrigiera la estrategia. Recientemente nombraron a la profesora Magdalena Peraza Guerra como representante del gobierno estatal en Tampico, Madero y Altamira, a la que se encargará la operación electoral que culminará con la elección del nuevo gobernador en el 2022, sin importar si la ex alcaldesa tiene entre sus principales valores el de la traición y la falta de convicciones y compromisos políticos.
Por si eso no fuera suficiente, han asignado al dirigente estatal, Luis René Cantú Galván, como coordinador parlamentario de los 11 legisladores que tendrá la bancada albiazul en la próxima legislatura.
No sabemos cuáles serían las reacciones provocadas por la decisión entre los panistas del norte, pero acá en el sur, el descontento y la desaprobación fue generalizada.
Algunos de ellos calificaron el nombramiento como desafortunado, para otros fue una burla, sin que faltaran los que dijeron que fue un premio a la derrota, a la sumisión y a la inexperiencia de quien elude la responsabilidad que tuvo en el descalabro electoral y que, en vez de aceptarla, prefiere echar la culpa a una falla de los liderazgos municipales y distritales de la agrupación.
Y que, encima, a pesar de que las evidencias indican lo contrario, insiste en que en la pasada elección el PAN se adjudicó una gran victoria porque su partido ganó la mayoría de los ayuntamientos a la 4T.
Ya veremos si durante su gestión parlamentaria el jerarca albiazul demuestra que sus críticos están equivocados o, en su defecto, hace honor a el alias de Cachorro.
Para los ciudadanos que tanto respaldan al PAN y al PRI, les pasamos al costo que durante los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, el gobierno federal condonó 189 mil millones de pesos a 58 empresas, entre ellas las televisoras más influyentes y los bancos y factorías más poderosas, pero no movieron un dedo para perdonarles o reducirles el pago de las contribuciones a los pequeños y medianos empresarios, que son los que crean el 70 por ciento de los empleos, muchos menos a los causantes menores.
Y lo peor del caso es que la condonación era legal, legalidad que, afortunadamente para el país, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha echado abajo por injusta.
Antes de concluir, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dice que le horroriza el trato que las autoridades de Texas han dado a los miles de migrantes haitianos que esperan en el río Bravo que se les autorice el paso al otro lado, pero únicamente de palabra, ya que, en los hechos, el actual mandatario estadunidense ha resultado peor que Donald Trump.
ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021
