TAMAULIPAS.- Al aprobarse la reanudación del programa “Quédate en México”, los ciudadanos de otros países que permanecen en la frontera de Tamaulipas a la espera de que se resuelva sus solicitudes de asilo, la incertidumbre sobre si podría presentarse una situación similar a la vivida en Matamoros con el campamento de migrantes, volvió a surgir.
Este jueves, la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), anunció el acuerdo entre México y Estados Unidos para la reanudación del programa “Quédate en México”, con el que se autoriza a los ciudadanos de otros países a permanecer en territorio nacional, mientras se resuelven sus solicitudes de asilo.
En el verano del 2019, el ahora ex presidente Donald Trump, inició la política conocida como Protocolo de Protección al Migrante (MPP por sus siglas en inglés), con la cual, los solicitantes de asilo, tenían que esperar en territorio la resolución de sus casos y no en Estados Unidos, como lo marca la Ley de ese país.
Las familias de migrantes que vivían en las casas de migrantes, calles y cerca del puente en Matamoros, formaron un vecindario con las casas de campaña que les donaron organizaciones religiosas y no gubernamentales.
Baños portátiles, rotoplas, lavaderos, tendederos, sillas improvisadas que hacían a veces de salones de clases, otras de talleres o de cocinas, ayudaron a cientos de familias que permanecieron en ese lugar, soportando lluvias, bajas temperaturas y la pandemia del COVID-19, por el cierre de los puentes internacionales.
Hasta antes de la pandemia, ese lugar llegó albergar a 2 mil personas, luego de 20 meses y con el anuncio de que se permitiría a quienes ya tenían su solicitud de asilo realizada ante un juez federal, su contaron alrededor de 750 personas, entre hombres, mujeres, niños y adultos mayores.
Aunque hoy hay menos, las casas de migrantes siguen reportando presencia de ciudadanos de otros países que llegan a la ciudad, buscando cruzar el río Bravo para llegar a Estados Unidos, otros buscan, llegar al puente internacional, para pedir asilo y realizar su trámite legal.
En Reynosa, también se ha presentado esta situación; alrededor de 2 mil migrantes permanecen en la plaza La República en condiciones de hacinamiento, durmiendo en el suelo o en casas de campaña, sin un lugar para realizar sus necesidades básicas de higiene.
Nuevo Laredo es otra de las ciudades a donde llegan los migrantes que buscan cruzar de manera ilegal o para solicitar asilo en Estados Unidos, al huir de la violencia o la pobreza de sus países. Mayormente son casas de migrantes, dirigidas por organizaciones religiosas y ciudadanos, quienes brindan comida, vestido y un lugar para dormir, sin embargo, el flujo de ciudadanos extranjeros es constante, complicando la situación económica de esos lugares.
Con la reanudación del programa “Quédate en México”, el Gobierno de México decidió que, por razones humanitarias y de manera temporal, “no retornará a sus países de origen a ciertos migrantes que tengan una cita para aparecer ante un juez migratorio en Estados Unidos para solicitar asilo en ese país”, se señala a través de un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ambos países acordaron aportar mayores recursos para albergues y organizaciones internacionales, protección para grupos vulnerables, la consideración de las condiciones locales de seguridad y de capacidad de albergue y de atención del Instituto Nacional de Migración.
Además, seguirán con la aplicación de medidas contra la CO VID-19, como revisiones médicas y la disponibilidad de vacunas para las personas migrantes sujetas tanto Título 42, como a la sección 235(b)(2)(C) de la Ley de inmigración y Nacionalidad de los Estados Unidos, implementada por el gobierno de Donald Trump, que implica que aquellas personas que soliciten asilo en Estados Unidos, podrán esperar la resolución de su proceso en México.
ADVIERTEN DE ABUSOS
Organizaciones civiles advirtieron que restablecer el programa “Quédate en México”, o Protocolo de Protección a Migrantes (MPP) significa nuevas violaciones a migrantes que esperan en el País la resolución de su solicitud de asilo a Estados Unidos.
“A pesar de las medidas anunciadas, no hay forma de que MPP pueda volverse un programa con una visión de protección y humanitario, porque expone a la mujeres y sus familias a condiciones de violencia mientras esperan los 6 meses de su proceso de asilo del lado mexicano, sin poder reunirse con abogados para desarrollar sus casos”, señaló el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi).
La organización civil agregó que reinstalar el MPP hace a México cómplice de que las mujeres, la niñez y la adolescencia vivan con miedo, estrés y en condiciones inhumanas. “Porque como país no pudimos defender nuestra soberanía y negarnos a participar en una política que no sólo ponen en peligro la vida de esta población, sino que es contraria a nuestra legislación”, dijo. Y añadió que el nuevo programa, anunciado este martes, establece medidas parecidas al programa anterior.
POR PERLA RESÉNDEZ
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021