El dirigente estatal del PRI en Tamaulipas, Edgar Melhem Salinas, da la impresión de que padece alzheimer o sufre un ataque de amnesia.
No obstante que sabe mejor que nadie que el Revolucionario Institucional, igual que su aliado el PAN, son expertos en la habilidad para desacreditar a los adversarios, ahora el jerarca priista se hace el olvidadizo y pide a partidos y candidatos dejar fuera de las campañas esa vieja práctica política y, dentro de un marco de respeto, utilicen como bandera de la lucha el de las propuestas.
¿Acaso ya se le olvidaron al nativo de Río Bravo las campañas de lodo que el tricolor y el albiazul utilizaron contra López Obrador en la sucesión presidencial de 2006 y luego el PRI en contra de de su ahora aliado Acción Nacional en la de 2018? El propio Ricardo Anaya lo denunció en su momento.
“El PRI, dijo el entonces candidato presidencial, regresó a la guerra sucia porque ya no encuentra como levantar la campaña de su precandidato, José Antonio Meade, que está en franca picada”. Melhem Salinas también pretende ignorar la catilinaria de mentiras e insultos emprendidos por el actual jerarca nacional, Alejandro Moreno, contra el primer mandatario del país en la disputa intermedia de 2021, que les resultó inútil pues, como se sabe, el ex partido oficial perdió todas las gubernaturas que se renovaron en la contienda.
Y lo que es peor, parece que el legislador priista tamaulipeco peca de desmemoriado porque tampoco se acuerda de los ataques que los compañeros de su propio partido y los panistas emprendieron en su contra para que apoyara la alianza, como las de la Secretaria General del Comité Directivo Estatal, Mayra Ojeda, que lo acusó de violencia política y de género ante las instancias electorales.
A propósito, lo hemos dicho y lo repetimos una vez más, no obstante que matemáticamente el partido de Gómez Morín supone que con los votos del priismo podría impedir que Morena ganara la elección del 5 de junio, para los ciudadanos de a pie la coalición les va a resultar contraproducente porque, como el PRI es el partido político más repudiado del país, en lugar de allegarle adeptos y sufragios a César Verástegui el día de las votaciones, corre el riesgo de restárselos.
No son pocos los priistas que, por ese motivo, consideran desafortunado que el Truko asistiera a la celebración del 93 aniversario del ex invencible.
Piensan que la carga negativa de la ex aplanadora electoral, ahora en desgracia, le va a pesar el día de los comicios. Como dijera el dirigente estatal Luis René Cantú Galván, antes de que se pactara la coalición, el PAN no necesita de los votos priistas para conservar en su poder la gubernatura.
En la jornada electoral se sabrá si el Cachorro tenía razón o estaba equivocado. Mientras tanto, los alcaldes del sur del Estado que pueden pasar a la historia como los mejores del país son Chucho Nader, de Tampico, y Adrián Oseguera, de ciudad Madero.
Además de que la reelección de ambos es una muestra clara del amplio respaldo con el que los ediles tienen entre los electores, gracias a los resultados del trabajo que realizan se han ganado a pulso el reconocimiento como los munícipes más bien calificados de México.
¿Cómo serán compensados? No se sabe, pero si todo sale como se vislumbra, seguramente serán los candidatos al senado, uno de Morena y el otro del PAN, en los procesos internos del 2024. Y no sorprendería que fuesen integrantes de la próxima legislatura del Congreso Federal.
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