El periodismo feminista, no sexista y con visión de género no es una moda, aunque ahora leemos y escuchamos más voces de mujeres periodistas en lucha por los derechos humanos de las mujeres, lo cierto es que en México desde hace casi 30 años se han formado grandes redes de comunicadoras que en sus regiones han allanado el camino para las nuevas generaciones.
Y abordar la comunicación con gafas violeta no es un capricho, es dar cumplimiento a un acuerdo firmado por las naciones ante la ONU en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en lo referente al Capítulo J “Mujeres y Medios de Comunicación” aprobado en 1995. Este capítulo es para “Aumentar el acceso de la mujer y su participación en la expresión de sus ideas y fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en la comunicación”. Esto incluye medidas a adoptarse por los gobiernos, los sistemas de difusión nacionales e internacionales, medios de comunicación masiva, organizaciones de publicidad, organizaciones no gubernamentales y asociaciones de profesionales de difusión y el sector privado.
En México, apunta la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, “la punta de lanza que inicio este trabajo fue la organización no gubernamental Comunicación e Información de la Mujer A.C, al cobijo de ella nació la Red Nacional de periodistas en México y durante un año se discutió como habría de organizarse, para que las mujeres tuvieran una mayor participación y presencia en los medios, con un enfoque de género, su estructura debería ser horizontal, descentralizada, independiente entre enlaces, flexible y autónoma de manera igualitaria.”
Para impulsar y promover el manejo y tratamiento de información no discriminatoria hacia las mujeres, Lucía Lagunes Huerta recorrió todo el país y salió al extranjero para tender estas redes, desde Tamaulipas Rossy Rodríguez y Dora de la Cruz se unieron a esta cruzada para sentar las bases de lo que hoy conocemos como periodismo con visión de género.
El trabajo ha sido permanente y ha permeando en la conciencia de algunos medios de comunicación, aunque no hay tantos logros como quisiéramos, si debemos reconocer que la tarea continua de formarnos con esta visión nos permite fortalecer las redes de mujeres periodistas y que este trabajo se refleje en la forma y fondo de lo que comunicamos a nuestra sociedad.
Y la labor titánica es cotidiana, ahora mismo del 9 y hasta el 23 de marzo, las periodistas lanzan 60 recomendaciones a los gobiernos, medios de comunicación, academia, periodistas y profesionales de la comunicación, para garantizar la incorporación de las mujeres en la producción informativa.
La campaña por “La Igualdad de Género y los Derechos de las Mujeres en la Comunicación y el Periodismo” destaca que los Estados deben garantizar que los medios incorporen una imagen equilibrada de las mujeres en sus ofertas informativas, que los medios garanticen espacios seguros y libres de violencia para las periodistas, que fomenten la inclusión del lenguaje no sexista en sus tratamientos informativos, que creen estrategias para prevenir y poner fin a la reproducción de noticias y discursos falsos, imágenes y estereotipos sexistas, misóginos, revictimizantes y discriminatorios que legitiman la violencia simbólica contra las mujeres y las niñas.
El decálogo formulado por periodistas de 36 países exhorta a las empresas mediáticas para que aseguren la participación diversa, paritaria y en condiciones de igualdad de las mujeres en sus medios, rompiendo el techo de cristal y la brecha salarial, y recuerdan a las instituciones de educación superior que deben garantizar la inclusión con enfoque de género, interseccionalidad y derechos humanos en sus currículos de periodismo, comunicación y publicidad.
El periodismo es feminista. ¿Se comprometen con la comunicación no sexista?.
Por Guadalupe Escobedo Conde