El PRI enfrenta una curiosa circunstancia pues tiene frente a sí sólo dos posibilidades: una resurrección milagrosa que lo devuelva a las mieles del poder, o la caída a un abismo todavía más profundo que el que habita desde hace seis años.
¿Cuál de los dos vivirá?, todo depende de los resultados que se conozcan el 5 de junio por la noche.
Su futuro ni siquiera se definirá en función de los votos que pueda llevarle a la alianza Va por Tamaulipas, porque si a pesar de una buena cosecha de sufragios priísta, la coalición pierde la gubernatura, se ahondará su proceso de descomposición y confirmará su condición insignificante para la democracia local.
La otra posibilidad es que su candidato gane la elección, y que los priístas que -hay que decirlo- han dado cuerpo a la campaña aliancista, reclamen una posición de privilegio en el gobierno estatal.
Sería para ellos un regreso heroico al poder, así sea por la puerta de servicio.
El escenario del PRI en Tamaulipas es similar al que enfrenta a nivel nacional.
Mientras siga capitaneado por Alito Moreno, quien ha tenido la osadía de proponerse como posible candidato de la alianza para el 2024, poco puede esperarse del partido que un día se define como “de centro izquierda” (Rubén Moreira dixit) y otro día se abraza al neoliberalismo más salvaje.
Pero si la oposición logra ponerse de acuerdo y elegir a un candidato decente que pudiera derrotar a Morena, el PRI tendría una nueva oportunidad para disfrazarse del “nuevo nuevo PRI”.
En Tamaulipas por lo pronto, el piso de los 130 mil votos que sacaron el año pasado serviría para descubrir a cuál bando jalaron los príistas de corazón.
Si se los suma a “Truko” Verástegui habrán entregado buenas cuentas, de lo contrario, se habrá cumplido lo que muchos advertían: que muchos tricolores de hueso colorado preferirían votar por Morena antes que por el PAN.
Pronto lo sabremos, y el futuro político de muchos depende de ello.
Visitantes distinguidos
Con el que empieza hoy, quedan tres fines de semana de campaña. Es decir, los candidatos entran ya en la recta final, y con ello las dirigencias nacionales de los partidos pisarán el acelerador para arropar a sus abanderados.
Por el lado de Morena, ha trascendido la posible visita de Claudia Sheinbaum y hasta de Marcelo Ebrard para el fin de semana a Reynosa, donde Américo Villarreal realizará un evento masivo.
Ninguna de las dos versiones está confirmada, pero no deben descartarse del todo si se considera que ambos ya han realizado visitas a las entidades donde habrá elecciones el 5 de junio.
Para acompañar al “Truko” seguirá la visita constante de figuras nacionales del PRI, PAN y PRD.
Ayer se rumoreaba por ejemplo la presencia para este viernes del senador Miguel Ángel Osorio Chong en Tampico.
A reserva de confirmarse, lo que es cierto es que la pasarela política seguirá en Tamaulipas, donde se disputa la elección más importantes del 2022.
Por Miguel Domínguez Flores