TAMAULIPAS.- De acuerdo al último censo del INEGI, en el 2020 había más de 210 mil viviendas abandonadas en los principales municipios de Tamaulipas. Las causas más frecuentes para que estas fueran deshabitadas a lo largo de los años, fueron según el delegado del Infonavit, Honorio Cortazar Salazar, los costos que cada año aumentaban sin que los abonos fueran directamente al saldo de la deuda, pero también otros factores como falta de servicios públicos como agua, transporte público, vigilancia o delincuencia. También por estar lejanas a escuelas o centros comerciales.
En buena medida, esta crisis fue causada por la excesiva oferta creada por desarrolladoras inmobiliarias. El reto del Instituto, ahora es que las casas que adquieren los trabajadores se mantengan ocupadas. “Con los programas que tenemos de apoyo, la gente no tiene problemas para pagar su crédito”, asegura el delegado.
Pero la estadística creció mucho en los años anteriores, sobre todo a partir del 2010. Según el INEGI, se contabilizaban en el estado 211,137 casas deshabitadas, con Reynosa como el municipio con más viviendas en estas condiciones: 48,964. Luego le sigue Matamoros con 29,007, Altamira con 23,915, Nuevo Laredo con 19,040, Victoria con 18,143, Tampico con 12,517, El Mante con 8,354, Ciudad Madero con 8,325, Río Bravo con 7,177 y San Fernando con 4,644.
Las condiciones económicas suelen ser la principal causa de abandono de viviendas. En el caso de los créditos Infonavit, Tamaulipas es el tercero con mayor porcentaje de cartera vencida. Al cierre de enero del 2022, había 50,345 cuentas con adeudos de un total de 304,603 créditos, lo que significa un 16.53%. Los primeros lugares del país son Tabasco con 20.75% y Sonora con 17.46%.
En términos de dinero, los derechohabientes del Infonavit en Tamaulipas tienen saldos atrasados por 18.7 millones de pesos. Cortazar, responsable del Instituto en el estado, asegura que en los últimos años han cambiado las condiciones porque ha mejorado la relación del Infonavit con los trabajadores.
Afirmó que los beneficiarios en este 2022 ya no están deshabitan do sus propiedades, puesto que están dando oportunidades y métodos para recuperarlas. “Lo interesante es que ya no va a haber viviendas abandonadas y que las qué hay se pueden adquirír ya sea los municipios o la gente a través de ‘mi cuenta Infonavit’, entonces ese tema ya no es de números, sino de intención y tenemos todas las opciones para que se pueda recuperar ese problema”, aseguró Cortazar Salazar.
Pero las estadísticas de viviendas que se fueron deshabitando durante la última década son altas. Porque a las condiciones de seguridad y económicas que orillaron a muchos trabajadores a dejar sus viviendas, se sumaron también las malas condiciones en que decenas de constructoras entregaron las viviendas que se adquirían.
Grandes desarrolladoras inmobiliarias de estados como Nuevo León y San Luis Potosí, inundaron el mercado con viviendas de interés social, que no cumplen con las dimensiones mínimas consideradas por los especialistas para aportar una calidad de vida digna. La Ley para el Desarrollo Urbano de Tamaulipas obliga a los fraccionadores a construir las casas en predios con por lo menos 6 metros de frente y 16 de profundidad, para alcanzar una superficie de 96 metros cuadrados.
Pero en el pasado se llegaron a vender casas habitación con apenas 50 metros cuadrados, a un costo mínimo de 300 mil pesos. En el caso de la capital del estado, y en municipios como Altamira, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, en la década pasada hubo una explosión de construcción de fraccionamientos de viviendas populares.
Tan solo en la capital, durante un periodo de tres años se llegaron a avalar hasta 40 nuevos fraccionamientos, debido sobre todo, a la gran oferta de terrenos que sin embargo no es equivalente a la demanda.
EL GRAN FRAUDE
Además de sufrir para pagar sus viviendas, en el pasado los trabajadores de Tamaulipas también fueron víctimas de un fraude a gran escala. Hace seis años, un derechohabiente del Infonavit en Tamaulipas intentó pagar el predial de su vivienda.
En ese momento se enteró de que la casa ya no estaba a su nombre. Después de investigar lo que estaba pasando, fue informado de una demanda civil de juicio hipotecario en su contra, que se había interpuesto en el lejano municipio de Xalisco, Nayarit.
Al afectado nunca le notificaron de juicio alguno. Esta primera denuncia destapó un fraude masivo, se encontraron miles de notificaciones a diferentes derechohabientes, pero todas entregadas supuestamente en un mismo domicilio.
Una auditoría realizada por el Infonavit calculó el daño al patrimonio a más de 2,257 millones de pesos, muchos de ellos en Tamaulipas. En el despojo estuvo involucrado un despacho de abogados, y jueces que facilitaron estas acciones, pues luego de quitárselas a sus propietarios originales, las ponían a la venta. En total se presume el despojo ilegal de 60 mil viviendas.
POR ANTONIO H. MANDUJANO
EXPRESO-LA RAZÓN