A mediados del mes de julio, la OIT y la OMS emitieron un comunicado conjunto para evidenciar la brecha salarial por género en los servicios de salud y cuidados, labores que adquirieron mayor demisión por la pandemia de covid 19.
En todo el mundo, las mujeres perciben un 24 por ciento menos de ganancia por la misma función que desempeñan los hombres en el campo médico y de cuidado de otras personas.
En su estudio, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud sustentan que las desigualdades salariales entre hombres y mujeres persisten.
La investigación, catalogada como el análisis más completo realizado hasta ahora en este sector, confirma que las mujeres están mal pagadas en el campo laboral en comparación con los hombres.
Estos organismos internacionales confirman además que, los sueldos son inferiores en los sectores laborales donde predomina la mano de obra femenina, como es el caso del sector salud y de los cuidados, donde casi el 70 por ciento de la planta laboral son mujeres.
Al hablar del tema, la Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Manuela Tomei evidenció que las empleadas de salud y cuidado han soportado salarios bajos, brechas grandes de género y condiciones laborales muy exigentes. Aún con su crucial participación en la pandemia, las mujeres no han sido retribuidas.
La crisis sanitaria demostró que tan importante es la participación de las mujeres en la familia, comunidad, economía y cuidado de enfermos, niños, ancianos y en la gran labor que han despeñado en la primera línea de atención covid, sin embargo, sus condiciones salariales siguen en desigualdad.
En México, el gobierno presume que, en general en todo el sector laboral, en este año la brecha del salario por hora de género ha disminuido, en 2018 era de 13.1 por ciento, mientras que en el 2021 es del 12.2 por ciento, un movimiento ínfimo. En sus datos, una mujer asalariada, en empleo formal percibe un ingreso por hora de 49 pesos, mientras que ellos, en las mismas condiciones, alcanzan los 54 pesos.
Pero este estudio no reconoce que la mujer trabaja mayormente en fuentes informales, como son las domesticas, el comercio no regulado o el auto empleo, donde no tiene acceso a las prestaciones de ley. La brecha salarial por género es una problemática que persiste, en todos los ámbitos laborales y que trae consigo otras desigualdades que afectan a el desarrollo pleno de las mujeres.
¿Por qué hay que combatir esta brecha salarial? La ONU explica que, por respeto a los derechos humanos de las mujeres, porque un mercado competitivo requiere de personas motivadas con un salario igual a su aportación de valor, para combatir la pobreza y la desigualdad, y resalta que los ingresos bajos de las mujeres repercuten en sus familias, en sus pensiones y en sus jubilaciones. Una armonía social, reclama la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
Por Guadalupe Escobedo Conde