CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A partir de este miércoles 17 de agosto del 2022, el balneario conocido como «El Ojito de Santa Ana», en el ejido del mismo nombre al norte de Ciudad Victoria, cerrará al público en general por temor a ser explotado con obras hidráulicas.
De igual modo en los ejidos de Santa Ana, San Francisco, Rancho Nuevo, los Cuatro Caballeros y otros más no permitirán el acceso a vehículos oficiales ni a maquinaria pesada que pretenda pasar a dichas poblaciones rurales de la capital.
Sobre las entradas principales de estos lugares, se montarán guardias por los mismos ejidatarios denegando el acceso a todo aquel que vaya de visita o con otros fines como explotar el área.
Este 16 de agosto se iba a firmar un acuerdo entre ejidatarios, la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas (CEAT) y la Secretaría de Obras Públicas (SOP) para que se estipulara que solo se realizaría un estudio, pero no se llevaría a cabo la construcción del acueducto que acarrearía agua desde dicho lugar hasta Ciudad Victoria.
Sin embargo, ejidatarios que participaron en la reunión denunciaron que el documento que firmarían incluía otros asuntos que no se habían acordado.
Jesús Guzmán, vocero de los ejidatarios aseguró que el documento al final sí establecía la construcción futura del acueducto.
En un principio solo se detalló que al momento no se pretendió ninguna obra de ningún tipo, sólo era la licitación para efectuar un estudio del agua y su calidad sin afectación alguna a sus usuarios.
Guzmán dijo que ellos (los ejidatarios), decidieron «no permitir que siga el proyecto y vamos a cerrar los accesos ahí en Santa Ana y todas las comunidades están de acuerdo, todos los ejidos y apoyaremos esa medida y no habrá permiso ni siquiera para que hagan ese dicho estudio».
«El acuerdo se trataba de que las comunidades conocieran con qué contaban y de qué calidad era, y que más adelante iban a hacer obras en beneficio de las comunidades tomando en cuenta el agua, pero nunca hablaban que el agua se iba a llevar a Ciudad Victoria».
El vocero también informó que a temprana hora en Santa Ana, llegaron dos camionetas estudiando el terreno.
Guzmán volvió a alertar qué el balneario cerraría por algún tiempo a todos sus visitantes, además de otras zonas más hacia la Sierra como protección del lugar.
«No va a haber acceso ya para el Ojo de Agua; las autoridades se negaron y más comunidades están dispuestas a llegar a donde sea con tal de no dejar entrar a nadie», finalizó.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón