TAMPICO, TAMAULIPAS.- La producción en el campo mexicano ha sido más complicada durante la post pandemia, a las afectaciones en las cadenas de suministros y la alta inflación, se sumó la sequía, lo que ha descapitalizado a los productores quienes están comprando menos maquinaria, esto también representa menos competitividad para el agro en Tamaulipas, aseguró Ramiro Elizondo Tuñón.
El Gerente de Motranosa, distribuidora de John Deere en la región noreste del país dijo que gran parte de los componentes para el armado de la maquinaria se produce en países donde primero pegó el Covid-19, por lo que los paros de actividades empezaron a generar un efecto en cadena que no se ha resuelto.
“Las cadenas de producción dejaron de operar durante la pandemia y eso empezó a trastornar los pedidos, empezaron a haber retrasos, después la mayor parte de los electrónicos y componentes que se producen en países asiáticos, donde primero se propagó la enfermedad del coronavirus y tomaron medidas más drásticas, afectó la logística y la transportación, se pararon contenedores que estaban en China y no podían llegar a México, fue la tormenta perfecta”
Elizondo Tuñón dijo que debido a que el campo es una actividad esencial, las empresas relacionadas con el sector no dejaron de operar durante la pandemia, sin embargo es ahora cuando enfrentan la etapa más complicada, pues se han disparado los precios de la maquinaria.
“Yo podría decir que lo más difícil es lo que estamos viviendo hoy, la post pandemia, porque en la pandemia había un motivo, hoy hay un efecto que se arrastra desde el año 2020, si tú ves el Índice Nacional de Impuestos al Consumidor son 2 ó 3 ajustes. En el acumulado creemos que vamos arriba el 18% y esto ya es una inflación muy importante, muy alta”, aseguró.
A la alta inflación y los problemas de suministro y logística, se suman factores climatológicos que están complicando el trabajo de los productores agropecuarios, pues es más caro producir.
“Los tractores que costaban 1 millón de pesos hoy te cuestan 1 millón 150 mil pesos, los que costaban alrededor de 500 mil pesos hoy están en 650 mil pesos, esto ha dejado a los productores sin capacidad de comprar maquinaria, hay tres razones, la más grave es porque no ha llovido y por más ganas que le echen en su trabajo no pasa nada, todo funciona con el agua y no pueden sembrar, menos tener esperanzas de cosechar. El ciclo de siembra se perdió empezando por ahí”, reveló.
El también productor agropecuario, dijo que la desaparición de programas de apoyo a campesinos y subsidio al campo han complicado la actividad ganadera y agrícola, pues cada vez es más caro y menos rentable el trabajar la tierra.
“Hoy el productor no puede comprar porque no tiene acceso a créditos, porque no llueve y no se mueven sus equipos, no tiene con qué pagar, no puede comprar porque se acostumbró a un subsidio gubernamental que tampoco tiene, los subsidios se acabaron en el 2018 y antes del 2019 cada tractor, independientemente de la marca, tenía un subsidio gubernamental de hasta 200 mil pesos, tú podías comprar un tractor de un millón, ponías 800 mil pesos y el gobierno te daba 200 mil pesos y eso era un buen estímulo”.
Además de la desaparición de esquemas que permitían a los productores campesinos armarse con maquinaria para eficientizar su trabajo, se suma la falta de apoyos para combustibles, granos y otros.
“Había subsidios en el Diésel y ya no hablemos de los ‘procampos’ que todos conocemos, el gobierno federal actual eliminó todos los subsidios, eso de entrada bajó la intención de compra y luego agrégale que no llueve, ‘tengo ganas de sembrar pero no puedo’ o ‘sembré y lo pedir perdí’, no hay créditos, ni apoyos refaccionarios y los bancos no prestan. Hay inflación generalizada en los insumos pero no en los precios de lo que producen en el campo, aumenta el Diésel, la gasolina, los fertilizantes, la maquinaria y las refacciones, todo eso aumentó, pero no se aumentó en la misma proporción la tonelada de maíz, de soya, de sorgo, el chile, la cebolla o el tomate”.
Sobre las afectaciones en la venta de maquinaria para el agro dijo que “en términos de ingresos no hemos perdido participación, si el año 2021 facturamos 100 millones de pesos, por decir un número, en el 2022 a estas fechas llevamos un 20% más en el acumulado de julio pero no porque estemos vendiendo más producto estamos vendiendo menos pero más caro”.
“Vendemos menos tractores, pero los tractores que vendemos ahora están mucho más caros que el año pasado, en lo que nos afectó es que la gente perdió capacidad de compra, al menos un 20%, en términos reales perdimos la capacidad de poder vender un 20% más y en nuestras utilidades por lo menos entre un 20 y 25%, normalmente en esta región del país nosotros traemos números de (venta) de 180 tractores a 200 tractores al año, en el 2022 no vamos a poder llegar a esos números, bajaremos a 150 tractores, será una reducción de 30 a 50 unidades”.
Aseguró que hay dos estados de la República Mexicana que están siniestrados por falta de agua, “Nuevo León y Tamaulipas, los dos están prácticamente secos, áridos, no hay agua, se perdieron ciclos, presas, todo”.
“A pesar de que Nuevo León, en la cuestión de agua está más emproblemado que Tamaulipas, creo que Tamaulipas tiene el mayor problema para su campo, precisamente por la vocación industrial y depende menos del sector primario, aquí han parado sus compras y sus actividades, en Nuevo León tienen otros negocios de los que pueden echar mano y financiar la agricultura y la ganadería”.
Por Omar Reyes
Expreso-La Razón