La semana pasa la Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad incrementar 75 puntos base la tasa de interés objetivo, ubicando dicha medida en un nivel de 8.5 por ciento; dicha tasa ha sido la más alta que Banxico ha impuesto desde 2008. Esta decisión ha sido con la intención de frenar el acelerado nivel de inflación que persiste, puesto que al mes de julio el Inegi publicó que la tasa se ubicó en 8.15 por ciento.
Desde la teoría económica la intención de subir la tasa de interés es bajar la demanda, ya que al incentivarse un mayor nivel en la tasa de interés los agentes económicos prefieren invertir o ahorrar, en lugar de consumir y de este modo podría “enfriarse” la economía. No obstante, la inflación actual parece ser que es más que un problema de demanda, ya que el problema podría deberse a inconvenientes desde el lado de la oferta. Esto significa que el alza de precios se debe a dificultades relacionadas con el proceso de producción, el cual se han visto afectado por el fallo en la cadena de suministros derivado de la pandemia o el conflicto geopolítico en el otro lado del mundo.
A pesar de ello el Banco Central ha decidido seguir una política monetaria restrictiva. Dicha postura se conoce como “hawkish”, la cual menciona que el banco decide subir la tasa de interés para disminuir la circulación de dinero y favorecer la estabilidad economía. Esta actitud por parte de Banxico se debe al objetivo de la institución, el cual es preservar la estabilidad de precios a través de un régimen de inflación objetivo.
Cabe señalar que esta postura puede no estar funcionando de forma adecuada por la situación actual de la economía mexicana, en primera instancia porque el grueso de la población en México no tiene acceso a crédito dentro del sector formal o una cultura de inversión, es así que la acción de subir las tasas de interés puede no estar funcionando. Mientras que la otra, se debe a que la postura restrictiva no ha podido detener el acelerado aumento de precios. Sin embargo, la postura de Banxico va a continuar y se espera que en la próxima reunión se tenga un nuevo aumento en la tasa de interés, ya que la intención del banco es mandar una señal al mercado de que la inflación se va a contener.
Este tipo de decisiones en política monetaria van acompañadas de las ‘expectativas de inflación’, esto significa que es necesario considerar la percepción que tienen los agentes económicos hacía el fenómeno de inflación, ya que, así como el Banco Central espera que la inflación baje, también lo espera el resto de la economía. En ese sentido si las expectativas del Banco de México es la estabilización de precios es muy probable que en el mediano plazo dicha situación sea así, puesto que todas las acciones estarán encaminadas en ese sentido.
Es importante considerar que hay un periodo de tiempo en el cuál la economía descuenta las decisiones de política monetaria que el Banco Central esté implementando. Así que dichas acciones en conjunto con las expectativas de los agentes económicos, pueden generar una profecía autocumplida. Donde veamos un retroceso en la tasa de inflación y un decremento de los precios de la canasta básica.
Recuerda que siempre es muy importante estar al tanto de la información que instituciones como Banxico o Inegi muestren sobre la economía, ya que ayudará al adecuado manejo de tus finanzas familiares.
Por Angélica González