La decisión está tomada y la maquinaria en marcha para que los panistas reelijan a Luis René Cantú como su dirigente estatal por un nuevo periodo de tres años.
Los principales liderazgos de Acción Nacional en el sur y en el centro aceptaron la línea que bajó el gobernador quien mantiene el control político del partido, ahora con más fuerza después de la resolución de la Suprema Corte.
El festejo de la estructura de gobierno en la zona conurbada por la invalidación del desafuero y de la orden de aprehensión, también incluyó la visita de “Cachorro” a los militantes de Tampico, Madero y Altamira, quienes -haya sido por las buenas o por las malas- ya tuvieron que verlo con otros ojos.
Ni quien lo dude, el legislador con licencia es un tipo con suerte.
En el sur se reunió por ejemplo con los diputados locales Mon Marón, Carlos Fernández, Nora Gómez, el prianista Ángel Covarrubias, Lidia Martínez de El Mante y hasta Leticia Vargas, la diputada que se brincó a la bancada del PAN, pero asegura que sigue militando en Morena.
Con estos movimientos a la vista, quedaría confirmado que la ex presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, Imelda Sanmiguel, apenas podría pelear por la Secretaría General, posición que a estas alturas tampoco tiene del todo segura.
La decisión del cabecismo de impulsar la continuidad del Cachorro en el PAN, aceptada por el Truko Verástegui y también -al menos eso parece- por Chucho Nader, casi descalifica las aspiraciones de quienes habían levantado la mano para presentarse como oposición y pelear por la dirigencia.
Cayó sobre ellos un balde de agua fría.
Sin importar que sus argumentos sean certeros (están a la vista los pobres resultados electorales que ha entregado la actual dirigencia y el desempeño de Cantú siempre al borde del ridículo), las posibilidades de Arturo Soto Alemán y de Julián Sacramento son cada vez menores.
No será fácil para ellos pelear contra una estructura partidista que responde con tal fidelidad a quien consideran su líder político, el gobernador Cabeza de Vaca.
Por lo pronto este sábado vence el plazo para que se registren las planillas que contenderían por la dirigencia.
Después, vendrá poco más de un mes de campaña interna para que el 2 de octubre se realicen las votaciones que tendrán una característica distinta a las últimas dos porque el PAN ya no estará en el poder estatal.
En el 2016, un par de meses después del triunfo por la gubernatura, no hubo elección interna porque la única planilla que se registró fue la encabezada por Francisco Kiko Elizondo e Ismael García Cabeza de Vaca.
Luego en el 2019, ocurrió lo mismo, se designó a la planilla de unidad encabezada por el entonces desconocido “Cachorro” y Mariela López Sosa en la Secretaría General.
Las condiciones hoy son diferentes, y mañana cuando terminen los registros se resolverán algunas dudas.
La principal: sabremos si Soto y Sacramento se ponen de acuerdo para que uno de ellos encabece la planilla “de oposición” y logran la anuencia del comité para que haya competencia real el domingo 2 de octubre.
Por Miguel Domínguez Flores