VICTORIA, TAM.- Las vacaciones del Caminante llegaban a su fin y se disponía a regresar a Ciudad Victoria, después de pasar una placentera semana en su pueblo, El Mante.
Sin embargo había una última cita a la que deseaba acudir ese viernes por la noche.
Desde días antes se comunicó con su amigo el Pillo, para acompañarlo en un evento que ha sido una de las más grandes pasiones del Caminante a lo largo de su vida: las tocadas de rock.
Desde que era un muchachillo, el vago reportero se interesó en un instrumento musical que lo habría de acompañar hasta la actualidad: su guitarra.
Fue en los tiempos de secundaria que un tanto influenciado por su tío rocanrolero de la década de los sesenta, cuando su interés por la música apareció.
Para la generación que vivió su adolescencia los 80’s y 90’s, el universo de la musica rock era iluminado por el rey Elvis Presley, y bandas como los Beatles, Led Zeppelin, Queen, Credence, Rollins Stones, Pink Floyd, KISS y muchos mas, en tanto que en castellano, las raices del rock en nuestro país eran los Teen Tops, los Rockin Devils, los Locos del Ritmo, los Hooligans, los Rebeldes del Rock y muchos otros que a mitad del siglo veinte irrumpieron en la escena musical.
El sueño de todo jovencito En aquellos tiempos era formar una banda de rock.
Sin embargo, está ilusión era prácticamente irrealizable, pues el país atravesaba una de las peores crisis económicas de toda su historia, lo cual hacia casi imposible conseguir una guitarra eléctrica, un aparato de sonido o una batería.
– ¿Te acuerdas carnal que casi todos tocamos con las mismas guitarras?
– Claro Pillo – respondió el Caminante – no teníamos dinero ni siquiera para cuerdas.
– Habia grupitos que en vez de batería ensayaban con cubetas y botes
– Solo unos cuántos tenían su propia ‘lira’ – recordó el Caminante.
– ¡Y las letras de las rolas! cada uno cantaba su propia versión, que diferencia ahora que puedes conseguir la discografia completa en la red y hasta con los tonos de cada canción, uno antes tenía que ir al puesto de revistas pa’ saber si había llegado el cancionero de tal o cuál grupo.
– A mí me da gusto que ahora los chavos tienen esa facilidad de conseguir instrumentos, e incluso hay academias donde aprenden a tocar, en cambio nosotros en aquellos años nos enseñamos los unos a los otros – comentó el vago reportero.
– Y mira ahora podemos microfonear la batería completa, tenemos monitores para cada instrumento y cualquier persona puede grabar el concierto con su teléfono. En aquellos conciertos tenía suerte si alguien llega con una cámara y te fotografiaba – dijo el Pillo.
– No solo eso, ahora están en contacto directo con la música a través de las redes y de la TV, antes nos dedicamos a ‘cazar’ música en las tiendas de discos, o intentar grabarla de la radio, ¿cuanta lana gastaste en cassettes vírgenes para grabar mi Pillo?
– ¡Uy no, pues un billetote! además en el radio pasaban muy poca música rock, casi todo lo programado era música popular o «éxitos juveniles del momento».
– Y eso si te daban chance en tu casa porque todavía en muchos hogares la música rock se encontraba satanizada.
– Recuerdo la primera vez que quise hacer un grupo de rock a mi mamá casi le da el infarto,pues por el simple hecho de escuchar música rock ya te juzgaban marihuano.
– Bueno, la verdad es que a muchos marihuanos le gustaba el rock, pero no todo aquel que le gustaba el rock era marihuano.
– Habia ese estigma social, qué nos ponía a todos en el mismo costal ¡simplemente éramos jóvenes que nos gustaba la música rock, nadamás!.
– Ahora los papás les dan chance a los chavitos, ya está nos acompañan a las tocadas.
– …eso porque ahora sí hay muchos lugares donde pueden tocar, hace 20 años pagamos para que nos dejaron tocar en un café en un bar o en el cumpleaños de algún conocido.
– A nosotros los vecinos nos robaban los fusibles para que nos quedáramos sin luz y no pudiéramos ensayar.
– ¡Nombre! yo recuerdo que era casi imposible conseguir un buen baterista, y los poquitos que había se sentían como hechos a mano, se portaron como divas, casi siempre llegaban tarde y algunas veces ni se paraban al ensayo.
– Y los periódicos muy rara vez hablaban de nosotros.
– Que bueno que las nuevas generaciones tienen más oportunidades de rocanrolear y haya más grupos y más festivales y más conciertos, mi Pillo.
El Caminante y su camarada terminaron de instalar el equipo, para dar paso a la primer banda integrada con muchachitos que no pasaban de los 18 años. Ojalá se le de mas espacio a todas estas nuevas bandas y grupos de rock actuales.
Por Jorge Zamora




