TAMAULIPAS.- El 4 de enero del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su beneplácito por la negativa del gobierno de Reino Unido a la petición que presentó Estados Unidos de América (EU) para la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Desde abril del 2019, Assange estaba detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, acusado de conspirar en el 2010 con la exanalista de inteligencia Chelsea Manning. Se conoce que Manning utilizó a WikiLeaks para publicar más de 700,000 documentos secretos.
El acto fue clasificado por el departamento de Justicia de EU como una de las mayores filtraciones de información clasificada. Para Amnistía Internacional España: “Lo que hizo Assange es el trabajo habitual de los periodistas de investigación y no debería castigarse. La persecución de Julian Assange es un ataque a la libertad de expresión”.
En coincidencia con esta idea, el presidente López Obrador anunció que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) iniciaría trámites para ofrecerle asilo político a Assange. Al parecer, hoy el Presidente se encuentra frente a un dilema. Por un lado, aplaudió las acciones de Assange y, por la otra, el periodista Loret de Mola acaba de dar a conocer que el sistema informático del Ejército mexicano ha sido vulnerado por un grupo internacional de hackers.
De esta forma, en el capítulo 96 de Latinus, el periodista ha comenzado a difundir una parte de la información extraída de los 6 terabytes. En primer lugar, de forma pormenorizada, la situación de salud del presidente López Obrador; en segundo lugar, el espionaje que realiza el Ejército a diversos personajes de la esfera política y criminal; en tercer lugar, el seguimiento a diversas acciones de gobierno, tanto las que realizan las Fuerzas Armadas como las que realizan otras instituciones.
Ante la información difundida por Loret, el Presidente no tuvo otra alternativa que iniciar su conferencia matutina de ayer con este tema. Por principio de cuenta, llama la atención que el Presidente reconoció que sí fue hackeada la información, y sí se encuentra enfermo de varias afecciones.
Sin embargo, después de más de 40 minutos de hablar sobre el tema, dijo que no le importaba que se haya filtrado la información porque “la vida pública tiene que ser cada vez más pública“ y, por su parte, “todo está dicho” en sus conferencias matutinas. El mandatario trato de quitarle seriedad a la filtración de su estado de salud y puso una melodía de su cantante favorito: Chico Che, y expresó sus dudas respecto a que, en México, haya “gente especializada en cibernética para hacer este hackeo”, entonces, esto es algo hecho desde el extranjero y sólo están utilizando al periodista.
El Presidente remata su idea con una pregunta: ¿qué se puede esperar de Loret de Mola? Respecto a lo que se espera del periodista puede haber discrepancia, pero no sobre lo que se esperaba del Presidente.
Tanto seguidores como opositores, esperaríamos que hubiera sido honesto sobre sus problemas de salud, porque como él mismo lo dijo, quien ejerce el poder debe ser transparente.
Sobre el espionaje que realiza la Secretaría de la Defensa, aún no se sabe la dimensión de la información, por lo tanto, es temprano para hablar sobre las reacciones que, seguramente, suscitarán las filtraciones, pero, sobre el hackeo que sufrió la institución castrense, no hay vuelta de hoja, es un delito que, entre otras implicaciones, puede interpretarse como “Traición a la Patria” o “Amenazas a la Seguridad Nacional” (ver Código Penal Federal: Artículos 123, 127, 128 y 129; y, Ley de Seguridad Nacional: Art. 5), en el primer caso, amerita un castigo de prisión de cinco a veinte años y multa hasta de cincuenta mil pesos al extranjero o mexicano que lo cometa.
Pero, no obstante, lo que marcan las normas jurídicas, se puede deducir que no habrá ningún tipo de represalia contra los hackeadores o el periodista. Y es que no podemos esperar menos del Presidente de la República, sólo está siendo congruente con lo que él mismo consideró una hazaña: hackear información de Estado, nada más que no de México, sino de EU.