Cada cambio de administración se realiza una “limpieza profunda” en los puestos, los primeros son los de primero y segundo nivel, pero cuando entran a profundidad se empiezan a detectar a los familiares y amigos que entraron a trabajar, algunos a desquitar el pago y otros sólo para fungir como aviadores.
No es nuevo, aunque todos lo hemos criticado, era algo que cada 6 años se notaba, algunos con muy buena suerte han pasado 18 ó 24 años cobrando sin desquitar el pago, pero con tan buen “padrinazgo” que les permitía seguir ahí, a la vista de todos pero sin que nadie pudiera tocarlos, cual fantasmas.
Quiero pensar que los de la 4T están llegando a ver cómo les dejaron la chamba para corregir, y no es sólo a ver en qué “ponen dedo” de lo mal que se hicieron las cosas con los vientos de cambio y antes con la herencia del neoliberalismo.
Bueno, hay excepciones porque en muchas áreas no podrán quejarse de lo terrible que se hicieron las cosas en la
era priista, simplemente porque algunos (muchos) de los funcionarios llegan a ver cómo cambiaron las cosas porque primero estuvieron con el tricolor y ahora bajo el guinda.
Quien llegó con la flecha afilada fue la Secretaria de Educación, LUCÍA AIMÉ CASTILLO PASTOR, que buscó dar respuesta rápida a las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y la Auditoría Superior del Estado, que detectaron en el Centro Estatal de Tecnología Educativa, al que le dicen CETE, el desvío de recursos públicos.
Según hay/había 652 movimientos de pagos en este Centro de Tecnología con cosas turbias, pero ya se aclararon 373, por lo que el próximo lunes les estarán liberando su chequezote, pero hay 279 contratos turbios, de los cuales se ha referido son de personal que no cuenta con documentación, o sea, ni contrato firmado tienen pero sí cobra, otros cobraban montos elevados, algunos tenían con duplicidad de pago de contrato y compensación en plazas pero, vaya sorpresa, sin que físicamente aparezcan esos trabajadores.
A mi la verdad es que parece raro que apenas encuentren 279 casos irregulares cuando en Tamaulipas hay más de 56 mil maestros, y a esos hay que sumarle los miles más que son personal administrativo.
Habrá que escarbar más, porque así como ya vieron que hay mucha gente cobrando bien sin trabajar, hay otros muchos maestros que desempeñan labores “extras” dentro de las escuelas con la esperanza de percibir un mejor sueldo, pero ya sabemos cómo opera el magisterio en México, con sus preferidos, beneficiando a sus allegados, solapando a los amigos y premiando los compadrazgos.
Por lo pronto ya fueron avistados los primeros fantasmas, ojalá se develen todos y no se invoquen más, por el bienestar de los tamaulipecos.
¿Usted qué piensa?
QUE CURIOSO
En los nombramientos de los mandos medios, y para abajo, empiezan a acomodar a grupos que operaron en favor de la 4T para que lograran en triunfo, pero se dice que algunos esperaban, no una mejor paga, sino un mejor puesto, porque lo que en política gusta mucho -sobre todo a los que siempre han vivido de eso- es el poder y no el pago, así pasa.
POR OMAR REYES