Es cierto, la oposición en el país no tiene nada claro con quién podría competir contra Morena por la presidencia en el 2024, pero también lo es que hoy, hoy, hoy, el bloque PRI-PAN-PRD está revivido tras la marcha del 13 de noviembre y que el que se decía una aplanadora invencible encabezada por los de la 4T ahora están enredados, divididos y sus corcholatas expuestos al golpeteo de ellos mismos.
Así es mis queridos boes, no me queda claro que el hecho de que el bloque opositor no tenga un candidato visible sea una debilidad, sabiendo que todo aquel que piense diferente y amenace los planes de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR de perpetuar a su partido en el poder es sujeto a persecución política, mediática y judicial por parte del Estado.
Echemos un vistazo a los dos bloques antes de la marcha en favor del INE del 13 de noviembre: la alianza Va Por México estaba destruida, los dirigentes de PAN y PRD despotricaban, por decir lo menos, contra ALEJANDO MORENO dirigente nacional (porque líder es otra cosa) del PRI, le habían incluso retirado el saludo. El priísta, entonces era hecho perro del mal desde la 4T, sucursal Campeche, por la gobernadora Layda Sansores, usada por AMLO para doblar a ‘Alito’ y obtener de él y la bancada priísta en San Lázaro los votos para garantizar la militarización del país; lo lograron. Pero vino la marcha en favor del INE, unos 800 mil ciudadanos, sin organización, sin acarreo, sin coacción, entre ellos los tres dirigentes nacionales de los partidos del bloque que se había roto, cada uno por su lado y un día después las cosas cambiaron. La fuerza de la oposición y de la sociedad
civil, que llegó por sí sola y no hicieron falta los cientos de autobuses, lonches y pases de lista demostraron que es posible hacerle frente a Morena, a AMLO y al que él escoja como candidato.
El INE y su defensa, pero sobre todo el temor mostrado desde la mañanera por AMLO que pronto ordenó hacer una megamarcha, con todo el poder del Estado, el acarreo, la presión a los beneficiarios de los programas sociales, la participación abierta de los gobernadores morenistas y los delegados federales, le demostró a PANPRI-PRD y sociedad civil que más allá de sus diferencias había que revivir el bloque.
El PRI volvió a ser aceptado en la alianza tras el compromiso de evitar que AMLO y Morena desaparecieran al INE y crearan un instituto tan o más manejable que la CNDH o la propia Cámara de Diputados donde a nada le dicen no. Ese bloque revivido y más fuerte, logró ayer que Morena aplazara la discusión para el 6 de diciembre del dictamen que pretende ‘matar’ al INE, pero ayer mismo los tres partidos reiteraron que ese día votarán en contra, con la suma de MC y las dudas que en el grupo de la 4T ha generado el dictamen.
Y es que ayer, mientras el coordinador de los morenistas IGNACIO MIER suspendió la discusión en el pleno, informando que había sido un acuerdo de Morena y sus aliados PV y PT, los coordinadores de estos dos aseguraron que era mentira y que fue Morena sin consultarles la que aplazó llevarlo al pleno.
Recordemos que PT y Verde casi tienen puros diputados plurinominales y la reforma electoral incluye desaparecerlos, pero además también establece desaparecer las prerrogativas a los partidos y darles dinero solo para campañas y eso ya no les gusto.
Es decir es el bloque del presidente LÓPEZ OBRADOR, el de Morena, el que ahora está debilitado, porque no tiene mayoría y porque al interior también hay desacuerdos.
A eso hay que sumarle dos temas, el de RICARDO MONREAL, el apestado entre los presidenciables de Morena, que esta semana aceptó que está en pláticas con Va Por México; es decir PRI-PAN-PRD, lo que ayer provocó que desde Morena exigieran su renuncia.
MONREAL está con un pie fuera de la 4T, y no es cosa menor, a él se le adjudica que la oposición haya ganado en el 2018 la mitad de los municipios de la CDMX, es hermano del gobernador de Zacatecas y de un alcalde de ese estado, es decir un capital político nada menor.
Y el otro, ayer el Verde dijo que analiza la posibilidad de ir solo en la elección por la gubernatura del Estado de México, lo que dejaría coja a Morena en la contienda por el territorio más importante por número de votos en el país y en el que las encuestas auguran una elección cerrada.
Con todos estos datos, es inocente que algunos sigan diciendo que la marcha del 13 de noviembre fue un fracaso y que la del domingo pasado la aplastó y que esta demuestra que Morena es invencible.
Ahí están los hechos, ahí están los de la oposición otra vez juntos y apalancados en las organizaciones de la sociedad civil y en la poderosa IP; ahí está Morena con broncas internas por el intento de desaparecer el INE que le pega a PT y Verde, con la amenaza de escisión de Monreal y la posibilidad de tener que ir sola en el Edomex.
Solo los fanáticos no lo entenderán.