TAMPICO, TAMAULIPAS.- Una familia homoparental sufrió discriminación por parte de la Oficialía Primera del Registro Civil Tampico por más de año y medio, pues no les permitían registrar a sus dos hijos. Afortunadamente el 30 de noviembre pudieron concretar este trámite y recibieron el respectivo documento.
Selene Rodríguez, habló para los medios de comunicación de la situación que enfrentaron desde hace más de año y medio, pese a contar con la orden de un juez, el personal de la mencionada dependencia no quería hacer el registro de los cuates, pero la molestia y la desesperación la llevó a plantarse una vez más en las oficinas hasta recibir las dos actas de nacimiento.
“Fue muy tedioso estar sin comer ahí, tuve que regresar a mis hijos con su otra mamá para que pudieran comer y porque estaban fastidiados. Estuvimos al pie del cañón hasta que estuviera, yo no me muevo de aquí sin mis actas, porque ya habían sido muchas las vueltas que habíamos dado”.
Lamentó que llegaran a la necesidad de dar a conocer a los medios de comunicación su caso, por lo que esperan que nadie más atraviese este “infierno” burocrático.
“Aquí ha sido por ignorancia, no lo saben hacer, y alegan de que la juez no específica bien, cuando el juez es muy claro e indica que nos entreguen los registros de ambos bebés, con el orden de los apellidos que procede. La primera negación fue hace más de un año, volvimos a meter amparos y nos indicaron que tenemos el papel, lo hicimos llegar y pues indican que no, que por el orden de los apellidos”.
Selene explicó su situación, “el problema que tenemos aquí es que nosotros somos dos madres, estamos casadas, tuvimos dos bebés, actualmente tienen 2 años de los cuales hemos tramitado el registro y reconocimiento para que ambos puedan tener los dos apellidos, desafortunadamente hemos hecho varios amparos, hemos ido con el juez, ya nos entregaron la sentencia dos veces”.
Las quejas contra esta oficina cada vez aumentan, el mal trato, la falta de humanidad y la falta de material son los principales problemas que una persona se enfrenta.
La maestra y activista, Roxana Martínez acompañó a la familia en este proceso y también denunció que fue discriminada por su cambio de identidad, pues al mostrar su identificación oficial (INE) los trabajadores se burlaron.
Por Javier Cortés / La Razón